La doctora en Psicología de
En un comunicado remitido por
La experta consideró que el conjunto de síntomas físicos y psíquicos que se agrupan bajo el nombre de síndrome post vacacional, como irritabilidad, cambio en los ritmos biológicos, sueño, falta de concentración, nerviosismo o falta de interés, ‘no dependen tanto de la época del año como de los hábitos de vida del individuo y de su capacidad para adaptarse a los cambios’.
A su juicio, ‘una persona equilibrada, capaz de asumir su vida profesional como un reto y con cargas de responsabilidad positivas, no tiene por qué sufrir ninguno de estos síntomas’.
‘En algunas ocasiones, estas manifestaciones pueden ir asociadas a otros trastornos psicológicos de base, pero casi siempre se trata de procesos leves que desaparecen en un periodo de tiempo relativamente corto que oscila entre los dos y los quince días’, agregó.
Para superar los citados síntomas, Natalia Ojeda recomendó procurar mantener el equilibrio, ir ajustando los ritmos biológicos unos días antes, plantearse objetivos de cambio a más largo plazo y tratar de normalizar cuanto antes la situación.