(Argentina/ Santa Fe.) Un correo electrónico dirigido a personas que buscaban trabajo ofrecía la posibilidad de participar de un programa de capacitación para acceder a un interesante empleo. Pero no todo era tan auspicioso: los interesados previamente debían depositar 25 pesos en un número de cuenta que allí se indicaba para acceder a una supuesta tarjeta de débito con la que cobrarían sus haberes. Grande fue la sorpresa cuando llegaron al lugar donde se realizarán la capacitación y descubrieron que se trataba de un engaño. El caso llegó a los Tribunales provinciales, donde se efectuó una denuncia penal que quedó en manos de la Fiscalía Nº 5.
María José Vico fue una de las damnificadas. "Hace tiempo que mandé mi currículum a varias consultoras para conseguir un trabajo", comentó la joven de 23 años que estudió dos años de licenciatura en computación.
Anteayer, María José recibió un mail a su casilla personal cuyo remitente era de una empresa denominada Centro de Investigación de las Telecomunicaciones (Cintel), donde se le informaba que podía participar de una capacitación que se realizaría ayer y hoy en la Bolsa de Comercio de Rosario.
Según la información que daba el mail, la joven luego accedería a un trabajo en el que le pagarían 1.200 pesos por ocho horas, con asignaciones familiares y obra social. Además se ofrecía alojamiento para las personas que no fueran de Rosario, cuestión que induce a pensar que habrían enviado el mismo correo electrónico a personas de otras ciudades del país. De hecho, el mensaje contenía un mapa de Rosario indicando la ubicación de la Bolsa de Comercio.
Junto con el prometedor empleo, la firma solicitaba abonar 25 pesos en concepto de alta de una tarjeta Banpro en las sucursales de Pago Fácil. Los convocados debían presentarse en la puerta de la Bolsa de Comercio con fotocopia del CUIL, DNI y comprobante de pago de la tarjeta Banpro. Los estafadores además exigían "ser puntuales en el horario".
Como María José, quienes recibieron este correo electrónico se presentaron con puntualidad en la Bolsa de Comercio, algunos con la boleta de pago en la mano, y grande fue su sorpresa cuando comenzaron a preguntar dónde era la actividad organizada por la empresa Cintel y descubrieron que nadie podía responderles.
Desde la Bolsa de Comercio se mostraron más confundidos aún. Aseguraron que "nunca nos pidieron salones para esta actividad" y que desconocían totalmente dicha empresa.
Sospechó a tiempo
Cuando María José recibió el correo electrónico, lo primero que hizo fue responder para solicitar más información, pero el mail rebotó. Entonces comenzó a dudar si pagaba los 25 pesos. "Pensé en ir más temprano a la Bolsa, averiguar y luego abonar la suma, cosa que nunca hice", dilucidó la chica con una sospecha bien fundada y subrayó: "Es lamentable que hagan pagar y estafen a gente que no tiene trabajo".
La joven no se quedó quieta ante semejante engaño. Se dirigió a la Defensoría del Pueblo donde le aconsejaron que presentara el caso en el Centro de Asistencia a la Víctima.
María Laura Pasquero, abogada del Centro, indicó que todo fue derivado a los Tribunales provinciales porque se trata de una cuestión penal. "Si bien la joven no fue damnificada, ya que no pagó los 25 pesos, el hecho puede considerarse como daño moral y la defraudación moral es un delito", confirmó la letrada.
Actualmente las actuaciones están en manos de Norberto Angel Picca, a cargo de la Fiscalía Nº 5. Allí se iniciará una investigación penal con el fin de dar con los estafadores y comprobar que la empresa no existe.
Desde el Centro de Asistencia a la Víctima confirmaron que son aisladas las denuncias por empleos inexistentes, pero afirmaron que es muy frecuente que mutuales truchas estafen a jubilados.
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