Informa el sindicato británico de Ferrocarriles, Marítimo y de Transporte que por mayoría se aprobó la convocatoria para realizar paro contra la empresa London Underground, pese a que aún no hay fecha exacta para el mismo.
El sindicato británico de Ferrocarriles, Marítimo y de Transporte (RMT) anunció hoy aquí la convocatoria a una nueva huelga en el Metro londinense, que podría paralizar en su totalidad al sistema subterráneo de esta capital.
La agrupación indicó en un comunicado que sus miembros aprobaron -por un margen de 6 a 1- la convocatoria a un nuevo paro contra la empresa London Underground (LU) , encargada del metro de Londres, aunque aún no existe fecha exacta.
Se espera que su sindicato hermano Aslef, representante de los maquinistas, apruebe también este jueves la convocatoria de huelga, lo que provocaría el cierre de toda la red ferroviaria.
La protesta responde así a la escalada experimentada en el conflicto laboral que enfrenta a los trabajadores del Metro y a la dirección de London Underground, provocada por los planes de la empresa para reubicar al personal.
Entre los motivos centrales de la disputa se encuentra el cambio de puesto de parte de la plantilla, tras el acuerdo alcanzado hace más de un año de reducir la jornada laboral a 35 horas semanales y el éxito de los billetes electrónicos.
Sin embargo, según denuncian los sindicatos, la compañía pretende incumplir los acuerdos, imponiendo la reubicación de sus empleados sin negociación e implementando sanciones excesivas.
RMT subrayó que incluso trabajadores reconocidos por su trabajo tras los ataques terroristas del 7 de julio, cometidos en tres trenes y un autobús de la red de transportes londinense, se enfrentan a una recolocación en la empresa.
Estos planes, argumenta el sindicato, suponen un grave problema de seguridad tanto para el personal como para los viajeros, ya que no se han elaborado con las “validaciones apropiadas”, además de generar grandes inconvenientes a los trabajadores.
Según el secretario general de RMT, Bob Crow, los intentos de la dirección de LU por “imponer, en lugar de negociar, han dinamitado las relaciones industriales en toda la compañía”.
“Tras meses tratando de parar estos ataques, resulta claro que el único camino que queda abierto para nosotros” es una huelga de todo el personal del metro, argumentó Crow.
El jefe de Operaciones de LU, Mike Brown, condenó la decisión y aseguró que la empresa está “implementando los acuerdos ya alcanzados” y “tratando de ser justa en todos los asuntos con sus empleados”.
“La única forma de resolver esta cuestión es mediante la discusión, utilizando los procedimientos acordados por los sindicatos y la dirección”, afirmó Brown.
La nueva convocatoria de huelga se produce a penas un mes después de que RMT efectuó dos huelgas en el metro de Londres, durante la noche de Fin de Año y el 8 de enero, las cuales provocaron fuertes retrasos y saturaciones en el servicio.
Los paros de enero afectaron entonces a miles de viajeros, en una red por la que circulan cada día más de tres millones de personas, sin embargo, a penas lograron el cierre de unas pocas decenas de estaciones.
El nuevo paro previsto, por el contrario, podría provocar el cierre completo del sistema subterráneo, lo que derivaría en graves problemas de tráfico y en el posible colapso del centro de la capital.
Convoca sindicato a nueva huelga en Metro de Londres
Informa el sindicato británico de Ferrocarriles, Marítimo y de Transporte que por mayoría se aprobó la convocatoria para realizar paro contra la empresa London Underground, pese a que aún no hay fecha exacta para el mismo.
El sindicato británico de Ferrocarriles, Marítimo y de Transporte (RMT) anunció hoy aquí la convocatoria a una nueva huelga en el Metro londinense, que podría paralizar en su totalidad al sistema subterráneo de esta capital.
La agrupación indicó en un comunicado que sus miembros aprobaron -por un margen de 6 a 1- la convocatoria a un nuevo paro contra la empresa London Underground (LU) , encargada del metro de Londres, aunque aún no existe fecha exacta.
Se espera que su sindicato hermano Aslef, representante de los maquinistas, apruebe también este jueves la convocatoria de huelga, lo que provocaría el cierre de toda la red ferroviaria.
La protesta responde así a la escalada experimentada en el conflicto laboral que enfrenta a los trabajadores del Metro y a la dirección de London Underground, provocada por los planes de la empresa para reubicar al personal.
Entre los motivos centrales de la disputa se encuentra el cambio de puesto de parte de la plantilla, tras el acuerdo alcanzado hace más de un año de reducir la jornada laboral a 35 horas semanales y el éxito de los billetes electrónicos.
Sin embargo, según denuncian los sindicatos, la compañía pretende incumplir los acuerdos, imponiendo la reubicación de sus empleados sin negociación e implementando sanciones excesivas.
RMT subrayó que incluso trabajadores reconocidos por su trabajo tras los ataques terroristas del 7 de julio, cometidos en tres trenes y un autobús de la red de transportes londinense, se enfrentan a una recolocación en la empresa.
Estos planes, argumenta el sindicato, suponen un grave problema de seguridad tanto para el personal como para los viajeros, ya que no se han elaborado con las “validaciones apropiadas”, además de generar grandes inconvenientes a los trabajadores.
Según el secretario general de RMT, Bob Crow, los intentos de la dirección de LU por “imponer, en lugar de negociar, han dinamitado las relaciones industriales en toda la compañía”.
“Tras meses tratando de parar estos ataques, resulta claro que el único camino que queda abierto para nosotros” es una huelga de todo el personal del metro, argumentó Crow.
El jefe de Operaciones de LU, Mike Brown, condenó la decisión y aseguró que la empresa está “implementando los acuerdos ya alcanzados” y “tratando de ser justa en todos los asuntos con sus empleados”.
“La única forma de resolver esta cuestión es mediante la discusión, utilizando los procedimientos acordados por los sindicatos y la dirección”, afirmó Brown.
La nueva convocatoria de huelga se produce a penas un mes después de que RMT efectuó dos huelgas en el metro de Londres, durante la noche de Fin de Año y el 8 de enero, las cuales provocaron fuertes retrasos y saturaciones en el servicio.
Los paros de enero afectaron entonces a miles de viajeros, en una red por la que circulan cada día más de tres millones de personas, sin embargo, a penas lograron el cierre de unas pocas decenas de estaciones.
El nuevo paro previsto, por el contrario, podría provocar el cierre completo del sistema subterráneo, lo que derivaría en graves problemas de tráfico y en el posible colapso del centro de la capital.