María García es profesora de coaching, un sistema de mejora profesional del que cada vez se habla más, pero que aún conlleva cierto misterio ya que propicia el intrusismo.
¿Qué es el coaching?
Es una herramienta para mejorar el rendimiento y el liderazgo de los profesionales. A través de un plan personalizado se trabaja la comunicación, la gestión del tiempo y los equipos, la toma de decisiones… y todo tipo de habilidades directivas.
¿Cuándo hace falta?
No es que sea necesario cuando hay un problema; es una herramienta de desarrollo para lograr la excelencia.
Suena a que debe ser sólo para directivos…
No, también para mandos intermedios; puede ser aplicado a todos los niveles de una organización, incluso en Pymes, como hacemos desde hace tiempo.
¿Cómo se imparte?
El coacher (profesor) hace un trabajo personalizado con su coachee (alumno).
¿Puede poner un ejemplo?
Trabajé con un directivo que no se relacionaba con su equipo: no transmitía las líneas maestras del negocio ni las decisiones del consejo de dirección. Conseguimos que se reuniera con ellos cada 15 días. Con un café de por medio escuchaba sus opiniones y les explicaba sus planes. Tras seis meses, mejoró la relación con su equipo.
¿Quién puede impartirlo?
Recomiendo que el coach haya recibido al menos 120 horas de formación en coaching, que tenga una experiencia de 200 horas, un certificado de supervisión de otro coach y referencias de cinco clientes.
¿Existe intrusismo?
Sí, hay consultores, psicólogos o terapeutas que realizan coaching sin tener los conocimientos necesarios. No se trabaja sobre el pasado, sino sobre el presente y el futuro y debe por tanto tener una duración concreta en el tiempo, no superior a seis meses.