PAMPLONA. La jornada de 24 horas de paro que iniciaron ayer a las seis de la mañana los trabajadores de Volkswagen Navarra paralizó totalmente la producción en la factoría de Landaben, según informó la dirección de la empresa. El responsable de comunicación de la compañía, Pablo Mendívil, reconoció que la fábrica volvió a perder toda la producción del día, 1.158 coches, al igual que ocurriera en la anterior jornada de huelga, el 16 de marzo. Tras aquel paro, ayer se produjo la segunda de las cuatro jornadas de huelga convocadas por el comité de empresa a lo largo del mes de marzo para exigir a la dirección de la compañía que retome la negociación del convenio colectivo, tras más de quince meses de conversaciones.
Según Mendívil, el personal de producción no entró a trabajar en el turno de mañana y entre el personal de oficina algunos sí lo hicieron y otros cogieron este día como vacación.
Estos paros generales en la factoría se desarrollan en paralelo a las movilizaciones que han emprendido los operarios de mantenimiento, que el viernes convocaron una huelga que derivó en el cierre empresarial de la fábrica, porque resultó «materialmente imposible» mantener la actividad de montaje de vehículos, según aseguró entonces la empresa. Ayer, la jornada de huelga comenzó después que la empresa ofreciera a los sindicatos presentar una nueva oferta si desconvocaba las movilizaciones, cosa que no sucedió. El comité de empresa advirtió la semana pasada de que «no es suficiente que la empresa se siente en una mesa» para poner fin a los paros.
La empresa no acepta «presiones»
Pablo Mendívil, recordó que se ofreció dialogar, «pero sin presiones, y el comité no aceptó, entonces no sabemos qué es lo que quiere, porque su actitud parece un poco contradictoria». «De momento es lo que hay, vamos a esperar a ver cómo evolucionan los acontecimientos», indicó.