El pasado viernes se ha hecho balance de los resultados del programa Arquímedes desde que se pusiera en marcha en el 2000 y hasta el 2004. Este programa trabaja para fomentar la contratación de personas con problemas de drogodependencias o ludopatías, que hayan mantenido un tiempo de abstinencia antes de su inclusión en el programa.
Según la delegada de Igualdad y Bienestar Social de la Junta, Elvira Ramón, el programa Arquímedes quiere “evitar la exclusión social de estas personas”, y ha señalado que, en personas drogodependientes, la intervención social se hace antes, durante y después del programa.
La Junta, a través del programa Arquímedes, promueve una serie de acciones para favorecer la contratación de estos pacientes, concediendo una serie de subvenciones que pueden ser tanto a personas física y jurídicas, entidades sin ánimo de lucro, administraciones públicas y entidades que dependan de ellas y entidades colaboradoras con la red de artesanos.
La inversión de la Delegación de Igualdad y Bienestar Social en este programa ha sido de 590.000 euros hasta 2004 en ayudas a la contratación. Los créditos provenían en un 75% del Fondo Social Europeo y, el 25% restante de la Junta. La cuantía de las ayudas está en función del tipo y duración del contrato. Así, las ayudas pueden variar desde los 8.414 euros por un contrato indefinido a tiempo completo hasta los 1.622 euros de un contrato temporal por 3 meses. También existen ayudas a las contrataciones a tiempo parcial, cuya cuantía se calcula en función de la jornada pactada, que no podrá ser inferior al 40% de la establecida para tiempo completo.
Aunque las solicitudes aprobadas desde el comienzo del programa en 2000 hasta el 2004, han sido 171, el total de personas es 141, ya que algunos de ellos prorrogaron sus contratos.
LOS AYUNTAMIENTOS SON LOS QUE MÁS PARTICIPAN
Como ha señalado la Junta, fueron 89 los ayuntamientos que participaron, además de 61 empresas privadas y 11 entidades sin ánimo de lucro. La contratación que se hace a través de los ayuntamientos supone, por tanto, el 60% del total. En cuanto a los beneficiarios, el 83% tenía entre 26 y 45 años. De los contratados, el 49% tenía estudios primarios, el 32% EGB y FPO, el 15% no tenían estudios y un 4% eran universitarios.
Sobre los tipos de contratos, el 98% han sido a tiempo completo. El 73% fue en calidad de peón de servicios múltiples, el 16% en actividades específicas y el 11% en sector servicios, administrativos o contables entre otros.
Por su parte, la diputada de Asuntos Sociales, Juana María Rodríguez, ha aportados los datos de una encuesta en la que se refleja que el 88’5% de los empleados ha terminado su contrato y el 61,7% ha tenido continuidad posterior.
En cuanto a la valoración del programa, el 96,9% de los pacientes considera que ha sido una experiencia positiva, el 97,7% de los profesionales responsables del tratamiento consideran positiva la influencia del programa en el proceso terapéutico y el 84,7% de los empresarios valoran positivamente la actividad laboral de los participantes, y consideran que la adaptación al puesto de trabajo ha sido la adecuada en un 96,4%. Los empresarios colaboradores han señalado que, en el 70,8% de los casos, han trabajado igual que el resto de los empleados y, en un 25% de los casos, mejor que el resto.
Otro de los puntos destacados por la diputada y que ha sido valorado positivamente por las empresas, ha sido el seguimiento de los pacientes, ay que, aunque el 70,6% mantenían una abstinencia de más de un año de abstinencia antes de participar en el programa, ha habito un trabajo de seguimiento de los pacientes, cada 3 meses con la empresa y mensualmente con el paciente.
LOS EMPRESARIOS SE MUESTRAN SATISFECHOS
De “experiencia positiva” ha calificado la representante de Almacenes Beiro, la contratación de personas a través del programa Arquímedes. Concretamente, en su empresa los trabajadores se encuentran trabajando con carácter indefinido.
Según ha valorado, el hecho de la “mucha información sobre el programa” que ofrece la administración, es lo que ha favorecido la superación del prejuicio humano de “incorporar a tu casa a gente que viene del mundo de las drogas”.
Para la empresa ha supuesto ver la compatibilidad de integrar la rentabilidad social y la rentabilidad económica.
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