bilbao. Empresarios vascos cuestionaron ayer ante el presidente de
Al término de la exposición de los redactores del proyecto, y en el turno de debate, el presidente de una importante compañía vasca que cotiza en bolsa expuso sus dudas sobre la conveniencia de informar sobre la política de retribuciones ante la situación de violencia que se vive en el País Vasco, "que a muchos nos ha obligado a ir protegidos".
El temor del empresariado trasluce la evidencia de que este colectivo ha visto como se ha reactivado en los últimos tiempos la actividad de ETA en su entorno pese a que arrecian rumores de tregua. De hecho, algunos de los atentados más importantes de los últimos tiempos, caso del de Urdax del martes, ha ido dirigido contra este sector.
"Es un problema muy serio al que en el País Vasco somos muy sensibles" ya que los que sufren esta situación no se sienten compensados "por mucho que pague la empresa", subrayó el empresario antes mencionado. Así, apuntó que deberían "establecerse otros mecanismos para tener informados a la junta y a los accionistas" sobre estas cuestiones.
De lo contrario, estimó, las empresas "deberíamos informar también de cuánto gastamos en seguridad "y eso cuando se vea en los mercados internacionales, que en pleno siglo XXI alguien debe pagar por su seguridad", tendría un efecto negativo. La opinión de este empresario, que prefirió no ser identificado y que recordó que algunos de los asistentes habían recibido cartas de extorsión de ETA, fue ratificada por otro interviniente que calificó el proyecto de "intervencionista".
dilema de
Paulino García, miembro del grupo de trabajo, insistió en que el código solamente recoge recomendaciones y opinó que si se hubiera contemplado una excepción en el caso vasco, habría sido perjudicial para la credibilidad de las empresas y del país en su conjunto.
Los redactores del proyecto insistieron en que el código español no podría recoger un nivel de exigencia inferior al europeo porque eso hubiera sido negativo para la credibilidad de las empresas cotizadas españolas. Constituir un "mercado de segunda, que no tuviera que cumplir las exigencias de