Design Thinking es tanto una ideología como un proceso, que se ocupa de resolver problemas complejos de una manera muy centrada en el usuario. Se trata de diseñar procesos basados en el usuario utilizando la intuición, la analítica, la empatía y la lógica.
¿Qué es Design Thinking?
Design Thinking es un enfoque que se utiliza para la resolución práctica y creativa de problemas. Se basa en gran medida en los métodos y procesos que utilizan los diseñadores (de ahí el nombre), pero en realidad ha evolucionado a partir de una variedad de campos diferentes, incluida la arquitectura, la ingeniería y los negocios. El Design Thinking también se puede aplicar a cualquier campo; no necesariamente tiene que ser específico de diseño.
Design Thinking está extremadamente centrado en el usuario. Se centra en los seres humanos ante todo, buscando comprender las necesidades de las personas y encontrar soluciones efectivas para satisfacer esas necesidades. Es lo que llamamos un enfoque basado en soluciones para la resolución de problemas.
¿Cuál es la diferencia entre el pensamiento basado en soluciones y el pensamiento basado en problemas?
Como sugiere el nombre, el pensamiento basado en soluciones se centra en encontrar soluciones; idear algo constructivo para abordar eficazmente un determinado problema. Esto es lo opuesto al pensamiento basado en problemas, que tiende a fijarse en obstáculos y limitaciones.
Un buen ejemplo de estos dos enfoques en acción es un estudio empírico realizado por Bryan Lawson, profesor de arquitectura en la Universidad de Sheffield. Lawson quería investigar cómo un grupo de diseñadores y un grupo de científicos abordarían un problema en particular. Puso a cada grupo la tarea de crear estructuras a partir de un conjunto de bloques de colores. El perímetro de la estructura tenía que usar tantos ladrillos rojos o azules como fuera posible (podemos pensar en esto como la solución, el resultado deseado), pero había reglas no especificadas con respecto a la ubicación y relación de algunos de los bloques (el problema o la limitación).
Lawson publicó sus hallazgos en su libro How Designers Think, (Cómo piensan los diseñadores) en el que observó que los científicos se enfocaban en identificar el problema (pensamiento basado en problemas) mientras que los diseñadores priorizaban la necesidad de encontrar la solución adecuada:
“Los científicos adoptaron una técnica para probar una serie de diseños que usaban tantos bloques y combinaciones de bloques diferentes como fuera posible y lo más rápido posible. Por lo tanto, intentaron maximizar la información disponible sobre las combinaciones permitidas. Si pudieran descubrir la regla que gobierna qué combinaciones de bloques están permitidas, podrían buscar una disposición que optimice el color requerido alrededor del diseño “.
Los diseñadores, por otro lado:
“… Seleccionaron sus bloques para lograr el perímetro de color apropiado. Si esta no es una combinación aceptable, entonces se sustituirá por la siguiente combinación de bloques de colores más favorables y así sucesivamente hasta que se descubra una solución aceptable “.
Los hallazgos de Lawson van al corazón de lo que es Design Thinking: es un proceso iterativo que favorece la experimentación continua hasta que se encuentra la solución adecuada.
¿Qué es el proceso de Design Thinking?
Como ya se mencionó, el proceso de Design Thinking es progresivo y altamente centrado en el usuario. Antes de analizar el proceso con más detalle, es necesario detallar los cuatro principios del Design Thinking según lo establecido por Christoph Meinel y Harry Leifer del Hasso-Plattner-Institute of Design de la Universidad de Stanford, California.
Los 4 principios del Design Thinking
1. El rol humano
Toda la actividad de diseño es social en su naturaleza. No importa cuál sea el contexto, toda actividad de diseño es de naturaleza social, y cualquier innovación social nos devolverá al “punto de vista centrado en el ser humano”.
2. La norma de la ambigüedad
La ambigüedad es inevitable… experimenta hasta los límites de tu conocimiento! a ambigüedad es inevitable y no se puede eliminar ni simplificar demasiado. Experimentar al límite de su conocimiento y habilidad es crucial para poder ver las cosas de manera diferente.
3. Todo diseño es rediseño
Mientras que la tecnología y las circunstancias sociales puedan cambiar, las necesidades básicas humanas permanecen inalterables. Si bien la tecnología y las circunstancias sociales pueden cambiar y evolucionar, las necesidades humanas básicas no cambian. Básicamente, solo rediseñamos los medios para satisfacer estas necesidades o alcanzar los resultados deseados.
4. La norma de la tangibilidad
Los prototipos ayudan hacer tangibles las ideas, permitiendo a los diseñadores comunicarlas de manera más eficaz.
¿Cuál es el objeto del Design Thinking?
Ahora que sabemos más sobre cómo funciona Design Thinking, consideremos por qué es importante. Hay muchos beneficios de utilizar un enfoque de Design Thinking, ya sea en un contexto empresarial, educativo, personal o social.
En primer lugar, Design Thinking fomenta la creatividad y la innovación. Como seres humanos, confiamos en el conocimiento y las experiencias que hemos acumulado para informar nuestras acciones. Formamos patrones y hábitos que, si bien son útiles en ciertas situaciones, pueden limitar nuestra visión de las cosas cuando se trata de resolver problemas. En lugar de repetir los mismos métodos probados y comprobados, Design Thinking nos anima a quitarnos las anteojeras y considerar soluciones alternativas. Todo el proceso se presta a desafiar supuestos y explorar nuevos caminos e ideas.
El Design Thinking a menudo se cita como el término medio saludable de la resolución de problemas: no se trata de un enfoque completamente impregnado de emoción e intuición, ni se basa únicamente en la analítica, la ciencia y la lógica; usa una mezcla de ambos.
Otro gran beneficio del Design Thinking es que pone a los humanos en primer lugar. Al centrarse tanto en la empatía, anima a las empresas y organizaciones a considerar a las personas reales que utilizan sus productos y servicios, lo que significa que es mucho más probable que den en el blanco cuando se trata de crear experiencias de usuario significativas. Para el usuario, esto significa productos mejores y más útiles que realmente mejoran nuestras vidas. Para las empresas, esto significa clientes felices y un resultado final más saludable.