El presidente israelí Moshe Katsav fue sometido la semana pasada a un interrogatorio en su residencia de Jerusalén, en el marco de la causa en la que una ex empleada lo acusa de molestias sexuales.
El abogado de Katsav, Zion Amir, declaró que el "presidente colaboró plenamente con los investigadores". "El interrogatorio -agregó- fue correcto, profesional y el presidente se comprometió a estar a disposición de los investigadores en todo momento de modo de poder completar lo antes posible la investigación".
De acuerdo al jurista, el líder político hebreo "nunca molestó a nadie sexualmente y la versión que dio no deja lugar a dudas".
La policía ya había allanado hace dos días la residencia de estado de Katsav en Jerusalén, oportunidad en la que secuestró documentos y computadoras, incluyendo el ordenador personal del presidente.
El objetivo era consultar su correo electrónico, para intentar identificar huellas más concretas de su relación con la empleada.
La investigación comenzó a principios de julio a partir de una queja del propio Katsav que, sin formalizar una denuncia, dijo ante el fiscal general del estado, Menachem Mazuz, que se considera víctima de un intento de extorsión de parte de una ex colaboradora.
Según Katsav, la mujer amenazó con acusarlo de molestias sexuales si rechazaba sus requerimientos. Precedentemente la policía interrogó a la joven mujer, y hace una semana incluso la sometió al "detector de mentiras": según la máquina, la mujer era sincera.
La mujer, a quien se identifica como A., dijo que fue obligada a tener relaciones sexuales con Katsav. Si los investigadores llegan a la misma conclusión, el presidente puede ser acusado -sobre la base de la ley israelí- hasta de violación.
Fuentes de la policía, citadas por el diario Haaretz, afirmaron que el material obtenido en el curso de la investigación "es mucho más significativo y grave de lo que hasta ahora apareció en la prensa".
Analistas consideran probable que el presidente sea nuevamente interrogado en mérito a determinadas irregularidades en cuanto a la concesión de la gracia presidencial a algunos detenidos.
Katsav no es la única personalidad política que se encuentra en estos días en el centro de un escándalo. Hace dos días, el ministro de Justicia, Haim Ramon, fue obligado a renunciar luego tras la decisión del fiscal general del Estado Menachem Mazuz de procesarlo por molestar sexualmente a una ex empleada estatal.
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