Recientes elecciones presidenciales han dado la victoria a las mujeres en países como Alemania, Chile y Liberia, primer país africano que tiene una representante del sexo femenino al frente del Estado. Francia y Estados Unidos podrían seguir pronto en esa lista.
De Ellen Johnson Sirleaf en Liberia a Michelle Bachelet en Chile, pasando por Angela Merkel en Alemania, cada vez más mujeres toman las riendas de sus países, pero este fenómeno planetario no se traduce forzosamente en progresos en cuanto a la paridad entre sexos.
De Europa a Asia, pasando por América, África y Oceanía, las mujeres, sean de derecha o izquierda, conquistan ahora por las urnas las más altas funciones, menos de un siglo después de haber logrado el derecho a votar.
Los Estados nórdicos fueron por mucho tiempo precursores en cuanto a paridad y la británica Margaret Thatcher, en el poder de
Ahora la ola femenina parecer alcanzarlos a éstos, como lo evidencia el caso de Alemania, que designó el año pasado, por primera vez en su historia, a una mujer como canciller, Angela Merkel.
África no se queda atrás y la liberiana Ellen Johnson Sirleaf, 67 años, se convirtió en enero en la primera mujer jefe de Estado de ese continente.
En Francia, la ex ministra socialista Segolene Royal figura desde hace semanas, en los sondeos, a la cabeza de los potenciales candidatos de izquierda para las elecciones presidenciales de 2007.
Sus ambiciones declaradas han sido recibidas con comentarios "machistas" de algunos de sus colegas de partido, desfasados con respecto a un 94% de franceses que, según un reciente sondeo, consideran natural la eventual llegada de una mujer a la presidencia.
Al otro lado del Atlántico, el acceso de una mujer a la cabeza de la primera potencia mundial no es un tema tabú y la senadora Hillary Clinton figura desde hace años como una candidata demócrata plausible.
El nombre de la secretaria de Estado Condoleezza Rice es también citado, cada vez más insistentemente, por los republicanos, a pesar de que la interesada afirma no tener ninguna ambición al respecto. Por ser mujer y, además, negra, su elección podría ser una doble primicia.
En un gesto cargado de intención, Condoleezza Rice y Laura Bush, la primera dama de Estados Unidos, viajaron en enero a Liberia para asistir a la juramentación de Ellen Johnson Sirleaf.
No obstante, la presencia de una mujer a la cabeza de un Estado no garantiza el fin de las desigualdades o de la violación de los derechos de las mujeres.
India y Pakistán, por ejemplo, ya han tenido como primer ministro a mujeres (Indira Gandhi y Benazir Bhutto, primera mujer jefe de gobierno de un país musulmán), pero la situación de éstas, que siguen siendo víctimas de crímenes de honor, matrimonios forzados, etcétera, no ha cambiado mucho.
En los países occidentales, el camino que lleva a la paridad es aún largo.
Canadá, que sólo ha tenido una única y efímera primera ministra (Kim Campbell, en 1993), tiene 20% de diputadas en
Entre los 25 países de
En cuanto a los países árabes, siguen siendo los malos alumnos en materia de derechos de la mujer, incluso pese a que ha habido algunos avances, como en Kuwait, que el año pasado reconoció a las mujeres el derecho a votar y ser elegidas.
"Ningún país del mundo ha alcanzado una verdadera igualdad entre los sexos", declaró Cherie Blair, la esposa del primer ministro británico Tony Blair, durante una visita a Arabia Saudita, país en el que la segregación de sexos es norma y donde las mujeres aún no tienen derecho a conducir un vehículo o a comer solas en un restaurant.
El enfoque de
El dato argentino. Durante las últimas elecciones legislativas de octubre, realizadas en todo el país, la provincia de Buenos Aires concentró la mayor atención. Allí, la disputa central se dio entre las actuales senadoras Hilda González de Duhalde y Cristina Fernández de Kirchner, finalmente ganadora y de quien se dice que podría ser candidata a gobernadora provincial el año próximo e incluso hay versiones sobre una eventual candidatura presidencial.
Situación laboral
En América, el norte y el sur marcan diferencias
Las diferencias económicas entre los países del norte y el sur del continente también influyen en la situación laboral de la mujer ya que, salvo excepciones, las féminas de los países norteños han logrado mayor reconocimiento e igualdad que sus vecinas del sur.
Esta es la situación en algunos Estados:
Estados Unidos. Los sueldos medios de las mujeres eran de 37.000 dólares anuales frente a 53.000 dólares para los hombres, según un informe del Instituto de las Familias y el Trabajo difundido en 2003.
El número de mujeres incorporadas al mercado laboral creció a un ritmo constante durante las cuatro últimas décadas, pero es una tendencia que se ha estancado, hasta el punto de que muchos expertos creen que la revolución por la igualdad de sexos en el mercado laboral estadounidense ha concluido.
En 2000, un 77 por ciento de las mujeres de edades entre 25 y 54 años estaba trabajando, pero seis años después, este porcentaje es del 75 por ciento, 15 puntos porcentuales por debajo de los hombres.
Méjico. Con una Población Económicamente Activa (PEA) de 43,9 millones de personas registra una clara desigualdad en el acceso femenino al mundo laboral y en los salarios, indican los datos del gubernamental Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).
Hay 26,8 millones de varones empleados, frente a 15,7 millones de mujeres y los ingresos medios globales de las mujeres son un 35 por ciento inferiores a los de los hombres.
También el desempleo y el sub-empleo golpean más a las mujeres que a los varones.
Argentina. En los últimos años las mujeres incrementaron su participación en el mercado laboral y su número es similar al de hombres, pero las trabajadoras padecen las peores condiciones, según un informe del Instituto Argentino para el Desarrollo.
También el desempleo es mayor entre las mujeres, en el orden del 14 por ciento, mientras que en el ámbito masculino representa el 10 por ciento.
Además, de las mujeres con empleo un 46 por ciento trabaja en negro o en condiciones precarias, situación que alcanza al 36 por ciento de los hombres.
Las diferencias de género también están presentes en los salarios y en el ejercicio de cargos directivos, terrenos en los cuales las mujeres también son postergadas.
Chile. La elección de Michelle Bachelet –quien asumirá este sábado– como primera presidenta del país y un gabinete ministerial paritario marcan la celebración del Día de
De acuerdo con cifras oficiales, las mujeres representan el 36 por ciento de la fuerza laboral, sobre un promedio regional del 45 por ciento y las diferencias salariales por un mismo trabajo entre hombres y mujeres llegan al 30 por ciento, en perjuicio de las segundas.
Una encuesta de
Uruguay. Las mujeres reciben de media un 29 por ciento menos de sueldo que los hombres y las que acceden a tareas directivas reciben por hora una remuneración media, que es un 42 por ciento inferior a la que perciben los hombres por la misma tarea, según datos oficiales.
Esta desigualdad se mantiene en todas las áreas y niveles de ocupación. La directora del Instituto de
Para corregir esta situación, el gobierno del socialista Tabaré Vázquez pondrá en marcha el Plan Nacional de Oportunidades y Derechos.
Brasil. Un reciente estudio de
Brasil ocupa el lugar 107 en participación de mujeres en la política, según
Esta situación podría cambiar con la nueva ley que determina que el 25 por ciento de los cupos de los partidos políticos para cargos públicos sea destinado a mujeres.
El dato
200 millones de mujeres se han incorporado al mundo laboral en los últimos diez años, con lo que ya ocupan el 40 por ciento en todos los empleos, informó