BUENOS AIRES. El mercado de call centers o centros de llamados generó el año pasado ingresos por 500 millones de pesos y se aguarda que en 2006 la facturación tendrá un piso de 650 millones de pesos y se prevé que en 2007 la cantidad de empleos directos abarcará entre 80 mil y 100 mil personas.
Este negocio explotó en Argentina tras la devaluación del peso, que sumado a la alta capacidad de los recursos humanos locales y al uso de tecnología IP en las comunicaciones, resultó una ecuación costo-beneficio que potenció la exportación de servicios.
En el 2003 la facturación del sector liderado por las firmas Atento y Teleperformance, fue por 80 millones de dólares, apuntaron distintos consultores.
El negocio off shore "sigue creciendo y a nivel local la demanda de los call centers está empujada por la expansión de la telefonía móvil y los nuevos servicios", afirmó un ejecutivo del sector.
Hoy con la estabilidad alcanzada por el cambio de la moneda estadounidense, la sustentabilidad de este negocio pasa por la calidad y fidelización de los recursos humanos, que se resumen a dos perfiles típicos.
Por un lado los jóvenes bilingües que buscan su primer trabajo y pasan a ser teleoperadores y, por otro, los especialistas que dan el soporte a los requerimientos de los clientes.