NUEVA YORK. La economía estadounidense mostró señales positivas, ya que el empleo en el sector privado y la actividad en los servicios registraron un sorpresivo aumento en mayo, pero las crecientes presiones inflacionarias arrojaron un sombra sobre las cifras.
Los informes respaldan las preocupaciones sobre la inflación expresadas el martes por el presidente de
La actividad del sector servicios en Estados Unidos creció en mayo por segundo mes consecutivo, de acuerdo con un informe del Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM, por sus siglas en inglés) que excedió las expectativas de Wall Street, pero mostró que la inflación en el sector toco su máximo desde septiembre del 2005.
La lectura del ISM llegó después de un reporte que mostró que el sector privado agregó empleos en mayo, desafiando las expectativas de una caída.
“Hemos estado recibiendo datos más fuertes que los esperados en el último par de semanas, desde el lado manufacturero y ahora del lado de los servicios”, dijo Michael Pond, estratega de Barclays Capital en Nueva York.
“Los datos en general han sido bastante inconsistentes con las declaraciones de marzo de que la economía estadounidense estaba entrando en una recesión prolongada”, agregó.
El ISM dijo que su índice no manufacturero se ubicó en 51,7 en mayo desde el 52,0 de abril. Eso estuvo por encima del nivel de 50 que está dividiendo la línea entre el crecimiento y la contracción.
Los bonos del Gobierno estadounidense, que se desempeñan mejor durante momentos económicos débiles y son afectados por la inflación, caían en el día.
El índice de precios pagados del ISM, un indicador de las presiones inflacionarias, subió a 77,0 en mayo desde el 72,1 de abril, para alcanzar la segunda lectura entre las más altas en los 11 años de historia del informe.
Informes en conflicto
El sector privado de Estados Unidos creó un número inesperado de 40.000 empleos en mayo, mostró el miércoles un informe de la firma ADP que sienta un buen presagio para el reporte oficial del viernes sobre las nóminas no agrícolas.
El número de abril fue revisado para mostrar que se abrieron 13.000 puestos de trabajo ese mes en vez de los 10.000 estimados inicialmente.
Los economistas consultados por Reuters esperaban que se perdieran 30.000 empleos en el sector privado estadounidense en mayo.
Sin embargo, los economistas podrían reservar su opinión hasta el informe mensual de empleos del Gobierno que será divulgado el viernes, que ven más confiable. De acuerdo con un sondeo de Reuters, los analistas esperan que las nóminas no agrícola caigan en 58.000 en mayo.
El robusto informe de ADP entró en conflicto con otra medida del mercado laboral, que mostró que los despidos planeados de las compañías estadounidenses subieron 15 por ciento en mayo desde abril al total mensual más alto desde diciembre del 2005.
Los planeados recortes de empleos en compañías estadounidenses totalizaron 103.522 en mayo, un alza desde los 90.015 en abril, indicó la firma consultora de empleos Challenger, Gray & Christmas Inc.
La lectura del ISM sobre los empleos en el sector servicios también mostró un cuadro menos favorable, con el componente de empleos de su índice cayendo a 48,7 en mayo desde el 50,8 en abril.
“ADP ha sido imprecisa últimamente, estimando más empleos de los que finalmente muestra el informe de las nóminas”, dijo Cary Leahey, economista y director gerente de Decision Economics en Nueva York.
“Dicho eso, el incremento de 40.000 empleos en el informe permitirá que el mercado concluya que la cifra de las nóminas de mayo será entre plana y algo baja, lo cual sería mejor que lo esperado”, agregó.
Un informe separado del Gobierno mostró que la productividad de las empresas estadounidenses creció un 2,6 por ciento a tasa anual en el primer trimestre, por encima del 2,2 por ciento estimado inicialmente, debido a una producción más fuerte de lo pensado.
Economistas encuestados por Reuters esperaban que la productividad no agrícola, que mide la producción por hora de los trabajadores, se incrementara a un ritmo de 2,5 por ciento, comparado con una estimación previa de 2,2 por ciento.
Comparado con el primer trimestre del 2007, la productividad no agrícola subió un 3,3 por ciento, el ritmo más rápido en casi cuatro años.