La aparición de ésta norma significó un considerable cambio en los salarios de los trabajadores ya que determinó la paulatina eliminación de los vales a un ritmo del 10% bimestral, por el término de 20 meses.
Dentro de este escenario y luego de pasados 6 meses de la puesta en marcha del sistema,
Léudense fundó su posición en el hecho de que en el sistema los vales alimentarios no eran sólo utilizados para comprar comida, sino que por el contrario en muchísimos casos era utilizados para adquirir otros diversos productos, desde zapatos a computadoras, por ejemplo.
“Los tickets en estos casos se usaban de manera desvirtuada”, aseguró el representante de CAME, al tiempo que agregó que el destino de la gran mayoría era justamente “los hipermercados”.
En esa línea, adelantó que con el paso de los meses las cadenas de alguna manera irán sintiendo el impacto que generará que los vales dejen ser recibidos por los trabajadores.
“Al dejar de tener los vales y en su lugar más efectivo las personas tienen la posibilidad de comprar a otros lugares y no en los hiper”, explicó.
Una visión similar, sostiene la especialista en derecho laboral del Estudio Alfaro & Asoc. Paola Trigiani, quien opinó que este nuevo escenario planteado le quita a la gente la obligación de tener que gastar en los lugares en donde les aceptaban ese medio de pago.
Para esta letrada, el viejo sistema de vales tenía lugares fijos en donde comprar, pero ahora la gente puede ahorrar o usar su dinero en cualquier lugar, dado que no existen limitaciones para el efectivo.
“Era un buen instrumento. Se debería haber preservado más”, remarcó, al tiempo que no dudó en afirmar que lo único que se buscó fue netamente un fin recaudador.
En su momento, las empresas de vales alimentarios habían girado al Congreso de
Trigiani considera que era necesario algún cambio en la ley ya que la situación que generaron los distintos fallos de
Al respecto, expresó que un cambio era necesario, en un sentido o en el otro, y agregó que era vital tener claridad respecto al carácter que tenían que tener ese tipo de beneficios.
Beneficiados
“Se tiene que tener presente que estos eran fondos que no aportaban a ningún organismo de recaudación de tipo fiscal o privado”, aseguró el representante del sector empresario.
El pago de los salarios a través de tickets estaba regido por la ley 24.700, que introdujo el artículo 103 bis en
Esa forma de pago tenía un carácter no remunerativo, es decir que sobre ellos no se abonaban contribuciones patronales, ni tampoco integraban la base de cálculo para el sueldo anual complementario, vacaciones, premios e indemnizaciones.
Tan sólo establecía que el empleador debía abonar un 14% al emisor de los vales, que tenía que ingresarlo en
Al momento de dar su posición, Trigiani apuntó que no encontraba beneficiados de este cambio, pero estimó que se podría creer, en un corto plazo, que podrían ser los trabajadores, quienes van a tener una suerte de aumento encubierto.
En donde no dudó fue al decir que seguramente los empleadores van ver aumentos considerables en sus costos, los cuales se dieron de modo obligatorio y sin ningún tipo de programación.
En ese sentido, desde
Sin embargo, el representante de CAME marcó una diferencia cuando analizó que como la reforma fue gradual, es decir de un 10% en forma bimestral, tuvo y tendrá un impacto muy diluido en el tiempo.
En esa línea, estimó que la nueva ley no repercutió de manera tan negativa en las empresas y fundó su posición al decir que esos costos se van integrando con distintos aumentos que se fueron dando a los trabajadores.
“Cuando el empleador paga la totalidad de las cargas sociales ve que mes a mes van aumentando, él cree que se van incrementado por aumentos salariales, pero en verdad, esos aumentos se van dando, en parte por este tema de los vales. El empleador no distingue y no percibe tanto este impacto”, explicó.
Proyecto de Ley aprobado