MADRID. Priorizar las tareas, de forma que no se intente abarcar todos los asuntos pendientes de una vez, y mantener un actitud positiva, son algunos de los consejos que evitan los efectos del síndrome post-vacacional –entre los que se encuentran la depresión, la irritabilidad y la tristeza–, según la empresa de recursos humanos Randstad.
Así, la compañía recomienda que no se piense en lo lejos que está el próximo período de vacaciones, sino en que se retoma el trabajo "con las pilas cargadas", y que se establezca un orden en la planificación de tareas, de forma que se aborden primero las cosas que necesiten una respuesta inmediata. Randstad también sugiere que el día elegido para reincorporarse al trabajo no sea un lunes, porque la sensación de depresión y el impacto psicológico "pueden ser mayores".
Además de estas recomendaciones, la empresa de recursos humanos propone que se establezca una "comunicación fluida" con los compañeros tras la llegada de las vacaciones y que se celebre una reunión informal para tener una perspectiva rápida de lo que ha sucedido durante las vacaciones y de cuáles son los asuntos más urgentes.
Por último, Randstad aconseja regresar de las vacaciones, al menos, dos o tres días antes de la vuelta al trabajo, para tener tiempo suficiente para descansar, organizar y planificar todo, y para evitar que se combine el estrés laboral con el de la vuelta a casa.