BUENOS AIRES. El Estado argentino intervendrá en los directorios de 40 empresas de capitales nacionales o internacionales que operan en el país, aunque su participación no será mayor al 27 por ciento.
Se trata de la incursión estatal en bancos, gasíferas, eléctricas, cerealeras, petroleras, es decir, compañías que representan a sectores clave de la economía del país y del mundo que pasarán a engrosar los activos del Estado.
Esta noticia elevó la preocupación en la city porteña, perpleja por los profundos cambios en los mercados financieros que traen aparejados la nacionalización de los fondos de jubilaciones privadas y la consecuente eliminación de las AFJP.
El pico de 17% de baja de
Eduardo Costantini, titular de Consultatio -la firma más afectada por la intervención del Estado, que se quedó con el 26,6 por ciento de sus acciones- reconoció en Radio 10 que hay un "susto" en el sector por "los errores de comunicación del Gobierno sobre las medidas que toma".
"Lamentablemente ha habido un problema de comunicación de la medida. Es un país de desencuentros porque hay sorpresas. Tal vez el gobierno piense que hay un golpe de estado, pero nada que ver con eso", dijo.
Y explicó: "Hay que conocer la psicología humana y prever cómo va a reaccionar la gente. La gente está asustada. Esto no es un golpe de mercado, es un susto de los analistas, de los operadores, de los ahorristas, de los empresarios".
Al mismo tiempo, señaló que lo importante será mantener el valor de la empresa y respetar el derecho de los accionistas minoritarios: "Después veremos qué ocurre, porque aún no sabemos como se va a manejar (el Estado) con sus acciones", indicó.
La máxima preocupación está en la posibilidad de que el Estado decida una venta masiva de activos de cara a los compromisos financieros de 2009, lo cual bajaría aún más el valor de las empresas en