Es un hecho conocido que los profesores sufren de estrés. Coincidiendo con otros estudios (Hannah, 1988; Pierce & Molloy, 1990) esta investigación corrobora que los profesores sufren de estrés y que desarrollan mecanismos de defensa para poder minimizar las consecuencias.
El estudio analiza las respuestas de 55 profesores de una escuela secundaria inglesa (South East Essex College) y las compara con otros 55 profesores de una escuela secundaria española (Instituto Can Vilumara). Lo que se intenta descubrir es si dos sociedades tan distintas sobrellevan el estrés de forma similar o diversa mientras enseñan a alumnos de secundaria.
Un alto número de participantes reveló que la mayoría de profesores busca soporte social. Como Lazarus and Folkman (1984) dijeron, buscar soporte social representa un esfuerzo por buscar un soporte sólido y emocional, esto suele ser algo que las mujeres prefieren hacer para sentirse menos estresadas y solas. Otro gran grupo de participantes respondió que usan una estrategia de autocontrol porque prefieren controlar sus propios sentimientos a compartir los problemas con otras personas. La estrategia de autocontrol es utilizada mayoritariamente por hombres con poca experiencia laboral. Intentan llevar los problemas de una forma independiente. Es posible que esto se deba al temor que les provoca que sus compañeros piensen que no son capaces de sobrellevar los problemas causados por la enseñanza. Otra hipótesis que se desprende del estudio es que los profesores sustitutos creerían que si expresan sus problemas podrían verse afectadas las posibilidades de ser ascendidos a profesores titulares.
De todas formas la investigación certifica que los profesores no optan por distanciarse de las situaciones estresantes, es decir, no niegan la existencia de problemas a resolver.
El estudio ha encontrado que enfrentarse a los problemas ayuda a los profesores de los dos países a aumentar su salud general. No hay una gran diferencia entre los profesores ingleses y españoles, todos prefieren luchar por lo que creen es justo, soportan sus decisiones cuando creen que están en lo cierto. Los profesores en general prefieren enfrentarse a los problemas e intentan resolverlos.
En el punto de partida de esta investigación, existía la suposición de que podría haber una gran diferencia entre los profesores de Inglaterra y los de España a la hora de enfrentarse con situaciones estresantes en su vida laboral, pero encontró que en realidad no hay diferencias significativas entre los profesores de estos dos países. Una de las razones por las que es posible que no haya muchas diferencias es que suelen ser individuos con un mismo nivel cultural, que han elegido una profesión que privilegia las palabras y el pensamiento; por otra parte, es probable que los mecanismos de funcionamiento psíquico se diferencien mucho menos que los usos sociales, al menos dentro de Occidente.
Este estudio revela que los profesores se enfrentan a situaciones estresantes a diario. Como las situaciones estresantes no son siempre posibles de evitar sería importante explicar qué estrategias pueden utilizar los profesores para sobrellevar más fácilmente el estrés.
Los profesores tendrían que aprender a desconectar de sus problemas escolares cuando se encuentras en reuniones sociales o con amigos, intentando no obsesionarse con las preocupaciones propias del entorno laboral. Sería importante establecer si el estrés que tiene un profesor es sólo producido por los conflictos creados en las aulas o si hay una parte de este estrés que proviene de situaciones personales. Estrés ocupacional y depresión aparece cuando un profesor se vuelca y dedica excesiva o exclusivamente al trabajo, sin saber cómo relajarse y organizar su tiempo libre.
Los médicos que atienden a docentes afectados, tendrían que incluir un análisis psicológico para descubrir el origen del estrés. Cuando hay serios problemas mentales la colaboración psicológica debería ser buscada, de forma tal que se pudiese realizar un diagnóstico del problema y arbitrar el tratamiento más adecuado.
La búsqueda de soporte social es una táctica ampliamente usada por los profesores. Como se puede ver en el estudio, para los profesores es muy importante poder compartir sus problemas con los compañeros de trabajo o amigos, con gente que puede entender lo que están viviendo. Sería de gran ayuda para el profesorado la creación de grupos de soporte específicos ya sea que estuviesen coordinados por profesionales externos o por el mismo psicólogo de la escuela, como ocurre con otros colectivos afectados (ej. Alcohólicos Anónimos para las personas con problemas con el alcohol). El soporte técnico o emocional puede tener una gran influencia en la prevención y tratamiento del estrés en profesores.
Esta investigación encuentra interesante la idea de Imm’s (1990), la cual dice que una hora o más de aeróbic por semana es una buena inversión para luchar contra el estrés; estar en forma ha aparecido como un elemento importante para estar saludable. Por eso, cuando una persona está en forma suele sucumbir menos en situaciones estresantes. Porque su cuerpo y mente están más capacitados para soportar situaciones tensas.
Otra forma de ayudar a los profesores a sobrellevar el estrés es trabajar en equipo con los padres de los estudiantes. Si los profesores piensan que están solos ante la educación de sus alumnos con facilidad pueden sentirse estresados por el exceso de responsabilidad, pero si los profesores sienten que los padres les apoyan se sentirán menos desprotegidos frente a las situaciones conflictivas y por consiguiente serán más sanos y felices. El trabajo conjunto de los docentes con los padres puede facilitar la tarea educativa; un estado anímico menos estresado ayudará a generar un mejor ambiente en las aulas lo cual redundará en beneficio de la educación de los alumnos.
Una recomendación final y muy importante para sobrellevar el estrés: el profesor ha de formularse expectativas realistas. Algunos profesores creen que para ser un buen docente tienen que tener la habilidad de ayudar a todos sus estudiantes con problemas. Aunque estas expectativas son admirables, un profesor debería decidir primero qué es realista y qué no es posible conseguir de sus alumnos.