Los temores de los sindicatos se han cumplido. BBVA metió el año pasado la tijera de forma brusca, especialmente en España, donde redujo su plantilla un 6,54%. Se trata del mayor ajuste de personal realizado desde que el banco que sede en Bilbao se fusionó con Argentaria en el año 2000.
Aunque el banco lo negó en distintas ocasiones, los representantes de los trabajadores denunciaron en abril que Francisco González pretendía disminuir la fuerza laboral en nuestro país en 5.000 personas en tres años.
La justificación era la implantación de dos proyectos, denominados Clima y Velázquez, con los que se pretendía mejorar la comercialización de productos y, sobre todo, ahorrar costes. Pues bien, según los datos oficiales incluidos en la presentación de los resultados de 2008, BBVA redujo en 2.941 personas la plantilla el pasado año, hasta un total de 108.972.
De esa cifra, 2.036 correspondieron al área denominada España, cuyo número de empleados se ha recortado un 6,54%. Esta cifra viene provocada por el elevado cierre de oficinas en nuestro país, ya que BBVA, que también negó este hecho, decidió ajustar su red de sucursales en 220, hasta las 3.375.
Fuentes oficiales de BBVA aseguran que estas reducciones se han realizado siempre de acuerdo con los sindicatos, "con paz social en forma de bajas voluntarias o prejubilaciones". Además, añaden que el cierre de oficinas se debe a una gestión dinámica de los puntos de venta al cliente para adaptarse al entorno y evitar duplicidades.
En cualquier caso, Es sin duda el mayor tijeretazo dado por BBVA desde que se fusionó con Argentaria en 2000, tanto a nivel local, como si se toma como referencia todo el grupo.
En aquel momento, la plantilla en España estaba formada por 31.000 empleados, que se fueron renovando con prejubilaciones voluntarias y la contratación de jóvenes universitarios. Sólo en la crisis de 2002, cuando registró un descenso del beneficio del 27%, el banco aplicó un ajuste más significativo.
El banco también prescindió de otras 21 oficinas en el extranjero en un proceso que según todos los indicios se extenderá durante 2009 y 2010. “Veremos como evolucionan los acontecimientos y nos adaptaremos a ellos”, aseveró González en la rueda de prensa de los resultados del pasado ejercicio para explicar los 602 millones de euros que el grupo destinó a dotaciones extraordinarias y a prejubilaciones realizadas en el segundo y el cuarto trimestre.
El segundo banco español ya ha señalado que este año pretende reducir de forma relevante los costes de Compass, su filial estadounidense.
En concreto, pretende despedir a 1.200 empleados, el 10% de la plantilla tras la integración de sus tres bancos americanos (Texas State Bank, Laredo Bank y Compass) en uno solo.
En 2008, los gastos de personal del área de Estados Unidos crecieron un 70%, con un ratio de eficiencia -lo que se gasta por cada 100 euros que se ingresa- del 55%, muy lejos del 38,6% del grupo. Como el objetivo de la entidad es llegar al 35% de eficiencia o menos en 2010, y teniendo en cuenta que los ingresos tenderán a la baja por la bajada de los tipos de interés y el brusco descenso de las comisiones, parece evidente que la mejora de ese ratio operativo vendrá por mayores ajustes de los costes.
Los sindicatos creen que BBVA quiere rebajar su plantilla en España hasta dejarla entre 24.000 y 25.000 trabajadores mediante la aplicación de los planes Clima, que afecta a la red comercial, y Velázquez, que perseguía centralizar las labores administrativas o de back office en un centro único ubicado en Málaga en lugar de los cuatro existentes hasta la fecha (Madrid, Barcelona y Bilbao).
A la espera de conocer los resultados de Santander, la reducción de plantilla de BBVA en 2008 fue la mayor del sistema financiero español.