LISBOA. Delegados oficiales y sindicales españoles defendieron hoy la promoción del empleo "verde", en las energías renovables, y una acción multilateral de los gobiernos como fórmulas para mitigar el aumento del paro por la crisis económica mundial.
Los representantes españoles que participan en la octava Reunión Regional Europea de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), que empezó el lunes en Lisboa, destacaron en declaraciones a EFE las posibilidades de las energías limpias como alternativa sostenible al aumento del desempleo causado por los problemas financieros.
Francisco Arnau, de la representación española ante la OIT en Ginebra, señaló la necesidad de crear empleos sostenibles vinculados a ese tipo de energías.
"Promocionar la fabricación de coches eléctricos sería una buena iniciativa", dijo Arnau, tras recordar que el sector industrial debe ser respetuoso con el medio ambiente y que las energías renovables dejaron ya de ser una "utopía".
Sobre los problemas en la automoción y la construcción en España, consideró necesario invertir en formación para crear profesionales más preparados, que puedan recolocarse en otras industrias.
Arnau subrayó que las salidas nacionales "no van a ningún lado" y que el proteccionismo laboral y financiero son medidas erróneas.
"Una crisis global como la que vivimos, debe tener una salida también global", manifestó al señalar la importancia de recuperar la cooperación con estructuras y organismos supranacionales.
En sentido recordó que el próximo 4 de marzo el primer ministro británico, Gordon Brown, presentará a la OIT en Ginebra las medidas que discutirán en abril en Londres los dirigentes de las principales economías mundiales en el marco del grupo G20.
A su vez en esta reunión de Lisboa de la OIT saldrán resoluciones que junto a otras ya aprobadas por el organismo se harán llegar a Brown para los debates del G20, ante el cual la Organización Internacional del Trabajo será uno de los agentes relevantes.
La OIT, que pide una concertación internacional para aplicar medidas sociales, dio la alarma en la reunión de Portugal sobre los efectos de la crisis económica, que dejará este año sin empleo a ocho millones de personas en toda Europa, la mitad de ellas en los países de la UE.
Los delegados sindicales españoles presentes en Lisboa destacaron, entrevistados por Efe, la importancia de que la OIT aborde estos problemas, puesto que es la única organización internacional que reúne a gobiernos, empresarios y sindicatos.
En torno a las consecuencias laborales de la crisis, la representante española de los trabajadores, Victoria Montero, de Comisiones Obreras (CCOO), llamó la atención sobre el peligro de las reacciones xenófobas, como las ocurridas en el Reino Unido, donde trabajadores locales se manifestaron contra la contratación de operarios extranjeros.
Montero defendió también la oportunidad de promover empleos vinculados con las energías renovables y estimular la cooperación supranacional para superar la crisis y mitigar el desempleo.
Además pidió que las ayudas oficiales al sector financiero beneficien a empresas y trabajadores y advirtió: "Es necesario controlar qué empleos se crean. No vale cualquier cosa".
"Tenemos la oportunidad de crear algo nuevo" diferente al sistema actual que ha "fallado" por partir de premisas erróneas, agregó.
La sindicalista se quejó igualmente de la facilidad con la que algunos empresarios aprovechan la crisis para recortar derechos laborales y despedir trabajadores.
Por su parte, Antonio López, delegado de la Unión General de Trabajadores de España (UGT), presente también en la reunión de Lisboa, se mostró partidario de promover la negociación colectiva y desconfió de las salidas particulares contra una crisis tan grave.
López rechazó los nuevos modelos de "flexiseguridad" en las relaciones laborales, que da al empresario mayores poderes para organizar la jornada laboral de los trabajadores.
"La propia experiencia se ha encargado de rechazarlos", dijo el sindicalista, quien admitió que a corto plazo pueden crear puestos de trabajo pero consideró demostrado que no sirven en tiempos de recesión.