SHANGAI. El presidente de Ping An, la segunda aseguradora de China, renunció a su salario del 2008 por las pérdidas de su Compañía en el banco belga Fortis, una de las primeras víctimas de la crisis financiera internacional en Europa, informa hoy la prensa local.
Ma Mingzhe, el directivo mejor pagado del 2007 en China, se une así a otros ejecutivos chinos que han renunciado o recortado sus salarios para frenar el descontento por la enorme brecha entre sus ingresos y los sueldos de sus empleados, señaló el diario "South China Morning Post".
Según un portavoz de Ping An, citado por el diario, Ma espera "sobrellevar la tormenta junto con sus empleados con la renuncia a su paquete salarial completo".
El "paquete salarial" de Ma alcanzó en 2007 los 66,16 millones de yuanes (7,5 millones de euros, 9,67 millones de dólares), de los que sólo 4,8 millones (545.939 euros, 702.011 dólares) fueron su salario base, mientras que obtuvo el resto de bonos y opciones sobre acciones.
Antes de renunciar a su salario, los analistas ya habían anticipado que las pérdidas de Ping An en el 2008 recortarían los ingresos de Ma, al menos, a la mitad.
Ping An espera que sus beneficios netos caigan de forma "significativa" debido a las pérdidas en Fortis, por las que ya hizo provisiones por valor de 15.700 millones de yuanes (1.785 millones de euros, 2.296 millones de dólares) el pasado octubre.
La aseguradora, que posee el 5,1 por ciento de Fortis, se convirtió en su accionista mayoritaria en noviembre del 2007, y aumentó su participación en marzo y junio del 2008, a pesar de que la entidad belga ya mostraba signos de deterioro.
El coste agregado de la inversión de Ping An en Fortis asciende a 23.874 millones de yuanes (2.715 millones de euros, 3.491 millones de dólares).
La crisis financiera, que estuvo a punto de llevar a la quiebra a la entidad belga, también frenó un acuerdo por valor de 2.150 millones de euros (unos 2.925 millones de dólares), por el que la aseguradora china tenía previsto adquirir el 50 por ciento de la filial de Fortis en el área de gestión de activos.
A raíz de la crisis, el Ministerio de Finanzas chino elaboró un borrador en el que propuso establecer un salario tope para los ejecutivos de las instituciones financieras chinas para reducir las diferencias salariales, por lo que no podrían cobrar más de 2,8 millones de yuanes al año (318.484 euros, 409.506 dólares).