PARÍS – El fabricante automotor Renault anunció este viernes que repatriará parcialmente a Francia la producción de su modelo Clio, hasta ahora localizada en Eslovenia, una decisión que París presentó como una prueba del éxito de un plan de ayuda al sector que sus socios europeos tachan de proteccionista.
El secretario de Industria, Luc Chatel, se felicitó este viernes de la "repatriación" de la producción a Flins, cerca de París, mientras que Renault subrayó el carácter "industrial" de su decisión que pretende responder temporalmente a un aumento de la demanda de sus pequeños modelos.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró que Eslovenia no perderá ni un solo empleo como consecuencia de esta medida.
Pero la Comisión Europea aseguró en seguida que "pedirá explicaciones a las autoridades francesas" por el supuesto vínculo entre esta repatriación y las ayudas otorgadas por París al sector automotor.
Eslovenia por su parte no quiso dramatizar el anuncio de Renault, pero dijo querer "ser prudente ante eventuales medidas proteccionistas".
El traslado de algunos modelos del Clio de la fábrica eslovena de Novo Mesto a Flins permitirá proponer a los asalariados de otras plantas francesas de Renault, actualmente en desempleo técnico, cubrir 400 puestos entre junio y octubre.
Gracias a los incentivos de Gobiernos europeos que proponen una cierta ayuda a los compradores de autos nuevos que se deshacen de los viejos, la demanda comercial aumentó, sobre todo para los pequeños autos, como el Clio y el Twingo, dijo Renault.
Para responder a este incremento, la fábrica eslovena aumentó su producción y ahora está "al máximo de sus capacidades", precisó un portavoz del fabricante.
Chatel, que desveló esta medida este viernes por la mañana, la vinculó al plan de ayuda estatal al sector automotor, que "empieza a obtener resultados".
El plan prevé 7.800 millones de euros a los fabricantes de coches para salir de la crisis, de los cuales 6.000 millones en préstamos a tasas preferenciales a Renault y Peugeot Citroen, en contrapartida de un compromiso de mantener la producción en Francia.
El presidente Sarkozy abordó en febrero la posibilidad de que los grupos franceses repatriaran algunas de sus producciones a Francia, suscitando el enojo de Bruselas y de varios países europeos, entre ellos República Checa, presidenta de turno del bloque, que había advertido contra toda medida proteccionista.
Un portavoz de la Comisión Europea, Jonathan Todd, vio en las declaraciones de Chatel una "contradicción total con la carta que envió a la comisaria (europea de Competencia, Neelie) Kroes hace unas semanas, indicando que no había ningún vinculo en las ayudas del plan automotor y el traslado de la producción de vehículos".
En ese sentido, Bruselas indicó que pedirá al Gobierno francés "explicar esta contradicción aparente".
Por su parte, el primer ministro esloveno, Borut Pahor, relativizó la medida de Renault, pero abogó por la prudencia.
"Por lo que sé, entra dentro de la normalidad, está bien. Pero debo ser prudente", dijo Pahor en Bruselas tras la cumbre de la UE, alertando contra "eventuales medidas de proteccionismo".