MADRID. Alrededor de una de cada dos empresas ha congelado el salario a sus directivos como consecuencia de la crisis, y casi la mitad (el 48%) planea reducir este año los planes de incentivos a corto plazo, en un promedio del 40 por ciento, según una encuesta realizada por la consultora Watson Wyatt.
La encuesta, llevada a cabo en diciembre de 2008 y actualizada en marzo de 2009, incluye las respuestas ofrecidas por directores de recursos humanos y directores de compensación y beneficios de 145 compañías. En diciembre de 2008, el 21 por ciento de las empresas encuestadas afirmaron haber congelado el salario de sus directivos, un porcentaje que se ha incrementado hasta el 55 por ciento en marzo de 2009.
Además, un 23 por ciento de las empresas ha incorporado una política de recuperación o reducción de las gratificaciones, mientras que un tercio de los encuestados (33%) espera que el valor de los planes de incentivos a largo plazo disminuya en una media del 35 por ciento.
Para la socia directora general de Watson Wyatt, Begoña Benito, la actual crisis provoca que "muchas compañías hayan tenido que evaluar las implicaciones a largo plazo de los programas de compensación de directivos". "Aunque los consejos de administración están presionados para realizar cambios, aún no está claro si los que se han realizado son lo suficientemente agresivos para satisfacer a los accionistas", comenta.
En cuanto a los planes de incentivos a largo plazo, el 37 por ciento de los encuestados declaran haber reducido o piensan reducir la concesión de estos incentivos como medida adecuada a adoptar frente a los accionistas, aunque un 40 por ciento cree que las reducciones de salario, bonos e incentivos a largo plazo se reestablecerán después de la crisis.
Asimismo, aproximadamente la mitad de las empresas encuestadas manifestaron su preocupación sobre las medidas de aprobación de la retribución de los directivos por parte de los accionistas (56%), los límites de compensación diferida (46%) y la exclusión de elevado riesgo en los programas de compensación (43%).
A pesar de ello, más del 70 por ciento de las empresas no ha incorporado un proceso formal de evaluación del riesgo y el 69 por ciento no ha declarado que se haya realizado una evaluación del riesgo.