La industria química no está siendo una excepción en el impacto negativo que sobre la economía española está teniendo la crisis financiera mundial, acentuada por la crisis de sectores como la construcción y el automóvil en el país. Así lo cree la Unión Sindical Obrera (USO), cuyo Sector Químico alerta de los efectos de la crisis sobre el sector químico y sobre los próximos ERES (expedientes de regulación de empleo) provocados por la reducción de la producción.
El sindicato precisa que el descenso de la demanda de productos químicos destinados a la construcción y al automóvil, así como el descenso del consumo provocado por el fuerte crecimiento del paro ha contribuido a la caída de las ventas en la industria química. Esto ha provocado una acumulación de stock, que a su vez ha hecho que las empresas del sector ya se hayan planteado reducir la producción, lo que está provocando recortes y ajustes de plantilla, por lo que temen la aparición de expedientes de regulación de empleo.
Igualmente, el sindicato considera que el sector se está viendo afectado también por una coyuntura económica negativa en la que predominan los impagos, los retrasos, las dificultades de financiación y una gran incertidumbre, y asegura que “el pesimismo y el conservadurismo se apoderan de las empresas, dada la incapacidad de los expertos para realizar previsiones de futuro”.
En un comunicado, hacen un llamamiento a la Administración sobre la importancia del sector químico, que proporciona 137.000 empleos de directos, a los que habría que sumar los puestos de trabajo indirectos, además de representar casi el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) y ser una fuente primordial de exportación. Para USO es necesario ayudar a las empresas con dificultades, especialmente las de los sectores estratégicos para la economía española a fin de afrontar la crisis, “en lugar de regalar dinero incondicionalmente a los bancos para que saneen sus cuentas”.
Mayor inversión en I+D+i, mejora de las infraestructuras, una política energética competitiva y una formación profesional adaptada a las necesidades productivas son algunas de las medidas propuestas por el sindicato para su aplicación inmediata con el objetivo de cambiar la política industrial.