PARÍS. Empresarios franceses pidieron el viernes al presidente Nicolas Sarkozy que actúe contra los secuestros de ejecutivos por trabajadores manifestando su rechazo a los despidos, como los que se han repetido en las ultimas semanas, considerados legítimos por el principal sindicato francés.
"Me he dirigido al presidente de la República para decirle que se había comprometido a actuar para impedir estos actos que se sitúan al margen de la ley", declaró Jean-François Roubaud, presidente de la organización de pequeñas y medianas empresas francesas (CGPME).
El miércoles, en un comunicado común, el conjunto de las organizaciones patronales había denunciado los secuestros "sea cual sea la gravedad de la situación en que se producen".
El presidente de la CGPME pidió también a los jefes de empresas rechazar toda negociación "con una pistola" apuntando a la cabeza.
En las últimas semanas, en un clima social particularmente tenso y cuando se anuncian nueva olas de despidos en diversas empresas, se han multiplicado los casos de ejecutivos retenidos por los trabajadores. Tres ejecutivos de Faurecia, una empresa al sur de París que fabrica partes de automóviles y que se dispone a despedir a 360 trabajadores, fueron retenidos durante cinco horas el jueves por los empleados. Se trata de la última retención de directivos en Francia en las últimas semanas tras las ocurridas en fábricas de Sony, Caterpillar, 3M y Scapa.
Hasta el momento, la policía no ha intervenido en estos casos y Sarkozy se declaró, en su momento, dispuesto a recibir a los trabajadores de Caterpillar, una de las empresas donde los ejecutivos fueron retenidos. Pero después de la retención de tres ejecutivos británicos de la sociedad Scapa, el jefe del Estado declaró que no dejaría repetirse estos actos, pues "estamos en un Estado de derecho". No obstante, uno de los principales consejeros de Sarkozy, declaró que "corresponde a los secuestrados querellarse" ante la justicia.
Si los sindicatos se han abstenido hasta ahora de alentar este tipo de acciones, el viernes, el principal sindicato francés, la CGT, las consideró legítimas. Se trata de "acciones sindicales coordinadas, organizadas en el marco de la acción sindical. No se pueden comparar con una toma de rehenes", declaró Bernard Thibault, secretario general de la CGT a la radio RTL. "Las comprendo y las defenderé porque son acciones que naturalmente no atentan físicamente contra estos ejecutivos", dijo el dirigente sindical.
El dirigente sindical responsabilizó por el clima de tensión social en que se producen estas acciones al poder político y en particular al presidente Sarkozy. A pesar de las jornadas de movilización emprendidas desde comienzos de año, "fundamentalmente, no se ha tomado en cuenta el descontento social", señaló.
Según un reciente sondeo, sólo un 7% de los franceses condenan los secuestros de ejecutivos por los trabajadores afectados por planes de despidos masivos.
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