LISBOA. La huelga de pilotos de la aerolínea Portugalia (PGA), cuya segunda jornada se saldó con 23 vuelos cancelados, podría poner en peligro el futuro de la compañía, propiedad de la aerolínea TAP, según reconoció hoy el director de PGA, Luiz Lapa, en una rueda de prensa.
Lapa advirtió incluso que la huelga de pilotos que está en curso "puede hacer inviable el futuro de la compañía" sobre la que están buscando soluciones, que pasan incluso por su venta.
En su opinión, esta huelga "es incomprensible e inaceptable" porque los argumentos sobre seguridad que alegan los pilotos "no tienen sentido", entre otras cosas porque "las reglas de tiempo de trabajo y de descanso, que reclaman los pilotos, no son determinadas por la empresa, son impuestas por normas europeas".
El ejecutivo admitió que TAP, tiene sobre la mesa un plan de contingencia que podrá ser puesto en marcha una vez concluída la huelga de los pilotos prevista para el sábado y domingo.
"Es normal que haya un plan de contingencia. Éste existe y ahora vamos a estudiar lo que es necesario hacer", afirmó Lapa, que no quiso avanzar cual será los costes para la compañía derivados de la huelga de pilotos, aunque indicó que "son inferiores a los 500.000 diarios" que avanzaron los sindicatos.
Las pérdidas de Portugalia en 2008 rondan los seis millones de euros, lo que supondría una recuperación respecto al año anterior, cuando éstas alcanzaron los 30 millones de euros.
Lapa recordó que TAP adquirió la compañía en 2006 bajo la promesa de su recuperación, y por tanto, si no logran cumplirla, podría replantearse su futuro.
"Portugalia es una compañía de alquiler de vuelos, y en este momento estamos haciéndolo al 100% para TAP. Si TAP cree que estamos prestando un mal servicio, tendría que encontrar nuevas soluciones, y todas están encima de la mesa, inclusive la venta de la compañía", admitió Lapa.