MADRID. La ayuda a los parados con cargo a las comunidades autónomas podría rondar los 500 ó 600 euros, durar unos seis meses y estar vinculada a la formación y el retorno al empleo, según afirma el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, en una entrevista publicada hoy en ‘El Mundo’.
Corbacho recuerda que este tema tendrá que abordarse tanto en la mesa de diálogo social como en la conferencia de presidentes, y señala que, aunque no se ha barajado ninguna cantidad para esta renta de inserción, la ayuda podría situarse en torno a los 500 euros. "Hay comunidades que han hablado de una renta de 600 euros, otras de 500. Por ahí andaría la cosa", apuntó.
En cuanto la duración de esta renta, cuyos beneficiarios, en principio, serán los parados que han agotado las prestaciones y los que están en riesgo de exclusión social, Corbacho asegura que "razonablemente, cualquier renta que tenga que ir destinada para la formación y el empleo tendría que pivotar en torno a seis meses", pero precisa que eso está por definir.
Lo que deja claro el ministro en esta entrevista es que la protección frente al desempleo debe aumentar, pero con la condición de no dar subsidios por no trabajar. "No podemos ser un país de subsidiados, no podemos ir en esa dirección. Cualquier posible propuesta que se haga tiene que estar relacionada con la formación y el empleo, y además ser temporal, nunca definitiva", sostiene.
Corbacho asegura que la destrucción de puestos de trabajo empezará a parar cuando la economía crezca y opina que en España siempre ha existido un problema de paro estructural, que hay que trabajar para convertir en situación de paro técnico. Y para ello, añadió, se necesita una política de más largo recorrido y un cambio de modelo económico, "que es por lo que apuesta el Gobierno".
EL MERCADO LABORAL NO PUEDE AGUANTAR YA MÁS INMIGRANTES.
El ministro cree que actualmente el mercado laboral no soportaría más inmigrantes, habida cuenta de que medio millón de ellos ya se han quedado en el paro. "Nuestro mercado laboral no aguanta más inmigración, salvo que se necesite de manera especializada", apunta Corbacho, que precisa que las contrataciones en origen se han suprimido en un 96%.
El titular de Trabajo critica además la posición del PP de demandar una reforma laboral sin precisar en qué consistiría, aunque se muestra convencido de que su objetivo es abaratar el despido. "Le falta un punto de valentía para plantearlo abiertamente, porque cree que eso le perjudicaría desde el punto de vista electoral", consideró.
Respeto al ‘desliz’ que cometió ante un micrófono abierto el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, culpando de la crisis "a los años de Zapatero", Corbacho afirma que sólo juzga las declaraciones que se hacen en público y dijo respetar a Díaz Ferrán "más allá de su pensamiento o su posición personal". Eso sí, recuerda a los empresarios "que no pueden ganar el partido por 5-0" en el diálogo social.
En cuanto a la actitud de los sindicatos, el ministro subraya que no son ellos los que están clamando por una huelga general, sino los políticos, con el PP a la cabeza, y advierte de que una movilización de esta naturaleza no resolvería la crisis, sino que sólo serviría para darle una bofetada política al Gobierno. "No hay ningún gobierno inmune a la huelga general, pero al Gobierno se le derrota en las urnas, no con manifestaciones", asegura.