BUENOS AIRES. La Central de Trabajadores Argentinos (CTA), inició hoy una huelga nacional que dejó a Buenos Aires sin servicio de subterráneos y con sus principales accesos bloqueados por manifestaciones.
La jornada de paro y movilizaciones en todo el país fue convocada con la consigna "que la crisis no la paguemos los trabajadores" para reclamar la apertura de negociaciones paritarias y el otorgamiento de la personalidad gremial a la central sindical, entre otras demandas.
Durante la mañana se registraron demoras en los servicios de Austral, filial para vuelos locales de Aerolíneas Argentinas, porque los pilotos paralizaron sus actividades, aunque luego las reanudaron.
En las cinco líneas de metro de la capital argentina, vitales para el transporte en la ciudad, la huelga se extenderá al menos hasta las 14.00 (17.00 GMT) en reclamo del "cese de despidos y suspensiones" de trabajadores, señalaron fuentes gremiales.
Grupos de manifestantes de la CTA, que agrupa a gremios de maestros, médicos y otros funcionarios estatales, bloquearon diferentes accesos a Buenos Aires, lo que dificultó aún más el tráfico de vehículos
La huelga fue convocada por "la justa distribución de la riqueza, el otorgamiento de la personería gremial para la CTA, un aumento salarial, la apertura de paritarias, la eliminación del trabajo precario y la inmediata apertura de las vacantes".
Los sindicatos agrupados en la CTA, la mayoría de ellos de empleados estatales, exigen también "una ley que prohíba los despidos durante seis meses, un seguro de desempleo que alcance a todos los desocupados y la inmediata convocatoria del Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo".
La CTA reclama desde hace años sin éxito que se le otorgue la personalidad gremial que hasta ahora únicamente detenta la Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor y más antigua central obrera argentina, afín al peronismo gobernante.