La automotriz Renault y sus casi 1.300 operarios de la fábrica de Córdoba llegaron a un acuerdo salarial tras varios meses de conflicto, y la empresa se comprometió a no despedir personal hasta diciembre.
El acuerdo establece una suba salarial no remunerativa de 1.200 pesos por los primeros seis meses, un bono extra de 600 pesos, estabilidad laboral para toda la plantilla de empleados hasta el 31 de diciembre y el otorgamiento de categorías.
Los trabajadores aceptaron en asamblea la propuesta realizada por la compañía francesa después de rechazarla en reiteradas oportunidades, por lo que la planta de Santa Isabel, en el Gran Córdoba, seguirá produciendo normalmente.
El contexto de crisis internacional y el fuerte impacto que el sector sufrió por el desplome de comercialización de unidades nuevas influyó en los operarios para que aceptaran la propuesta.
El vocero de la sede cordobesa del sindicato de mecánicos SMATA, Leonardo Almada, dijo a Noticias Argentinas que los trabajadores revocaron su propia decisión de no aceptar a través de un plebiscito.
En tanto, desde la firma francesa dijeron a esta agencia que si bien el acuerdo fue cerrado en palabras, aún no fue rubricado ante el ministerio de Trabajo de Córdoba.
El conflicto se inició a mediados de marzo cuando los trabajadores comenzaron a reclamar un aumento salarial, pero recrudeció en abril porque Renault respondió que no podía mejorar los sueldos hasta el 30 de junio.
SMATA y la firma habían firmado un convenio en febrero, que preveía mantener abierta la fuente laboral y evitar despidos hasta el fine de junio, a cambio de no volver a discutir salarios.
En abril, la planta estuvo paralizada por 13 días, lo que le ocasionó un importante perjuicio productivo a la firma, ya que se dejaron de montar unas tres mil unidades.
Eso se sumó al fuerte golpe de la caída de la demanda por la crisis, que provocó que la producción de la francesa cayera de 430 vehículos por día a 300.
La tensión volvió a crecer la semana pasada cuando los operarios comenzaron a parar sus actividades dos horas por turno para que la firma hiciera una nueva oferta.
En pleno conflicto, los operarios concentrados en SMATA realizaron nuevas asambleas donde se impuso la moción por aceptar la oferta de la firma que habían rechazado en otras oportunidades.
Por ello, recibirán un incremento salarial de 1.200 pesos, que será no remunerativo durante los primeros seis meses y hasta que las partes vuelvan a negociar.
Además, la firma otorgará un bono extra de 600 pesos mensuales hasta fin de año y respetará las categorías de los operarios, un reclamo histórico en la planta.
Por último, la firma se comprometió a mantener la estabilidad laboral de los 1.300 operarios hasta el 31 de diciembre próximo, y allí volverá a abrirse el diálogo.
Según datos de SMATA, unos 130 de la planta están en condición de contratados y el resto pertenece a planta.