Unos 350.000 puestos del sector público podrían desaparecer en los próximos cinco años, como consecuencia de la recesión económica en Gran Bretaña, informó el Instituto Oficial de Personal y Desarrollo (CIPD, en inglés).
Según la entidad, los recortes masivos se deben a una reducción en el gasto público por parte del gobierno para hacer frente a la crisis económica, consignó un despacho de la agencia de noticias ANSA.
Para el principal economista del CIPD, John Philpott, la recesión provocará "un baño de sangre en las finanzas públicas" al forzar a los empleadores a recortar mano de obra, lo que podría llevar a repetidas huelgas.
Por su parte, el sindicato del sector público Unison afirmó que el apoyo al laborismo ha "colapsado".
Dave Prentis, secretario general del gremio, declaró que -según un sondeo realizado a 1.000 afiliados- sólo 30% planea apoyar a los laboristas en las próximas elecciones generales, previstas para mayo de 2010.
"Los trabajadores del sector público eran considerados como los principales simpatizantes del laborismo, pero ese voto de confianza ha colapsado", subrayó.