DENVER. Aspen en Colorado y Bariloche en Argentina, dos de los más importantes centros de esquí del mundo, comparten cada año un programa de intercambio cultural y educativo con médicos que dan ayuda a la comunidad.
"La meta del Programa de Intercambio Médico Aspen-Bariloche es mejorar el cuidado de los pacientes en ambas comunidades, en el contexto del proyecto de ciudades hermanas", dijo a Efe Laura Pritchard, directora ejecutiva de la Fundación de Medicina Deportiva de Aspen y portavoz del programa.
El 12 de noviembre de 2002, Aspen y Bariloche se convirtieron en ciudades hermanas, gracias a las gestiones de Griff Smith, ex director de la escuela media de Aspen que buscaba una ciudad suramericana donde sus estudiantes de octavo grado pudiesen ir a aprender español durante las vacaciones de verano del hemisferio norte.
Smith eligió Bariloche debido a que tanto esta ciudad como Aspen son centros turísticos en las montañas.
Pero mientras en Aspen, como una población permanente de 6.000 personas, el ingreso promedio anual por familia es de 70.000 dólares, en Bariloche, donde viven 130.000 personas, el ingreso anual familiar es de 1.000 dólares y un 30 por ciento de los habitantes son indigentes.
A principios de 2003, los directivos del Hospital Zonal Ramón Carrillo se contactaron con los dirigentes del Hospital del Valle de Aspen para "compartir un desesperado pedido de ayuda", expresó Pritchard, debido a que la fuerte devaluación del peso argentino había dejado sin recursos al nosocomio suramericano.
Como respuesta, dos médicos de Aspen, Scott Gallagher y Mark Purnell visitaron Bariloche pocas semanas después y se encontraron "con un hospital público que poco había cambiado desde su creación en 1938, equipado solamente con el equipo médico más básico y sin el personal necesario para atender a un creciente número de pacientes".
"Afortunadamente también descubrimos a un equipo médico muy dedicado y muy capacitado que estaban interesados en intercambiar ideas y tecnología médica", comentó Pritchard.
En poco tiempo, el hospital de Aspen, con la ayuda de organizaciones caritativas locales, realizó el primer contenedor de suministros médicos al hospital Carrillo, dando origen al programa.
Por su parte, la población de Bariloche reunió los fondos necesarios para cubrir los gastos del ingreso de ese contenedor a la Argentina.
Desde entonces, Aspen ha enviado más de un millón de equipo médico (tanto nuevo como reacondicionado) a Bariloche. Todo el equipo fue donado por hospitales o doctores de Aspen y preparado por voluntarios locales.
"Pero aún se necesita mucho más", aseveró la portavoz.
A la vez, en febrero o marzo de cada año, un grupo de médicos estadounidense (generalmente doce) viaja durante diez días hasta Bariloche, para "intercambiar conocimientos, ayudar a la comunidad y preparar a los doctores en el uso de las más nuevas técnicas médicas".
Durante las visitas, también se dictan seminarios de actualización en cirugía general, medicina física, rehabilitación, cardiología, enfermería, kinesiología, terapia ocupacional y odontología.
"Los médicos de Bariloche están muy bien capacitados. Simplemente carecen del equipo o los suministros para realizar sus tareas", observó Pritchard.
Como contrapartida, una delegación de profesionales de la salud argentinos llega anualmente a Aspen para realizar prácticas en el hospital de esta ciudad, tratar a pacientes, observar cirugías y participar en clases o conferencias.
Ese intercambio funciona en ambas direcciones, ya que los médicos estadounidenses les enseñan a los argentinos cómo usar la tecnología médica más moderna, mientras que los médicos argentinos les enseñan a sus colegas del norte cómo realizar tratamientos sin alta tecnología y con escasos suministros.
"Ese conocimiento es muy importante en casos de desastres y de emergencias", subrayó Pritchard.
El intercambio ha sido tan exitoso que en el 2007 se creó la Fundación Médica Aspen-Bariloche, una organización sin fines de lucro que ahora coordina el programa.
Ese nuevo nivel de cooperación llevó, por ejemplo, a establecer un programa conjunto de evaluación del riesgo cardiovascular de la población de Bariloche, bajo la supervisión de la doctora María Emilia Saavedra y de la terapeuta Julie Puchkoff, especialista en rehabilitación cardíaca.
"Este intercambio médico ha sido una oportunidad para fomentar el trabajo en equipo, la amistad y el respeto. El trabajar juntos para mejorar la salud cardíaca en Bariloche es no solamente una muy buena experiencia para aquellos que participan directamente, sino que ha enriquecido las vidas de pacientes en ambos lugares", comentó Puchkoff al recordar su viaje a Argentina en el 2008.
Pritchard y sus colaboradores están organizando el próximo intercambio médico para febrero o marzo del 2010, que ya cuenta con el respaldo de tres fundaciones caritativas de Aspen y de varios centros médicos locales.