Las personas felices emanan energía positiva, buenos pensamientos y no se ahogan en un vaso de agua. La vida les sonríe a ellos y a quienes estén a su alrededor. Las personas felices son pujantes, estimulantes y relajan el clima laboral.
Los empleados felices atraen nuevos clientes y hacen que los clientes de siempre se mantengan fieles a la empresa. Además hacen del lugar de trabajo más interesante para el empleador y para los otros empleados.
Los empleados felices son más productivos que aquellos que se muestran siempre infelices y descontentos. He aquí hay algunos puntos a considerar cuando estés buscando empleados felices.
1. Contrata empleados optimistas. Durante la entrevista, haz preguntas de final abierto que requieran que el aplicante resuelva un problema. Si la persona responde con pesadumbre o congoja, piensa dos veces antes de contratarlo. Si la persona responde con un giro positivo, hazle un par de preguntas más a ver si es un verdadero optimista.
2. Contrata a personas con objetivos en la vida. Las personas con objetivos están determinados a llegar a un destino. Harán lo que sea necesario para alcanzar su sueño. La gente con objetivos en la vida, sabe lo que quiere, y no se dejan influir por alguna nueva idea o emoción. Querrás en tu empresa gente madura, que sepa que va a alguna parte, en lo posible la misma dirección que tú.
3. Realiza una evaluación psicotécnica. Hay diferentes tests que evalúan la personalidad, muy útiles para conocer como se sienten en verdad las personas por dentro.
4. Deja en claro la política relacionada con la felicidad. Dile al aplicante cuales son las expectativas de la Compañía y pregúntale si desea formar parte de un lugar de trabajo feliz. Discute con él las formas en que la empresa podría mantener a sus empleados felices y cómo se podría ser feliz en el lugar de trabajo.
5. Sé un modelo a seguir. La gente actuará como se espera si los ejecutivos y mandos medios actúan de la misma manera. Un empleador feliz es el ejemplo a seguir para sus empleados. Demuestra claramente tus expectativas mediante un comportamiento modelo.
6. Premia el buen comportamiento. Establece un programa de recompensas tanto de desempeño como de comportamiento feliz. Si un empleado ayuda a otro sin que le pidan su asistencia, premialo. Si un empleado trabaja horas extras, para hacer el trabajo de otro que enfermó, premialo. Tarjetas de felicitaciones, permisos para irse más temprano, o un simple gracias, hacen la diferencia.