PARÍS. El ministro de Trabajo francés, Xavier Darcos, presentó este viernes un plan que obligará a las empresas de más de 1.000 empleados a alcanzar acuerdos con los sindicatos antes del próximo 1 de febrero con el fin de prevenir el estrés de sus empleados. El Gobierno ha decidido aplicar esta medida tras una serie de suicidios de trabajadores de France Télécom en los últimos años.
Un informe publicado ayer por la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria del Medioambiente y del Trabajo indica que las patologías psicosociales (como la depresión o la ansiedad) son las principales ‘enfermedades profesionales’ por las que los franceses acudieron al médico en 2007. Una tendencia que, según los expertos, no deja de crecer. Esta misma semana, el miércoles, se suicidó un empleado del Technocentre de Renault.
Darcos explicará su "plan de urgencia sobre los riesgos psicosociales" durante una reunión este viernes del Consejo de Orientación de las Condiciones de Trabajo (COCT), según informó el periódico ‘Les Echos’.
Exasperado por el inmovilismo de los empleadores respecto a esta delicada cuestión, va a exigir a las 2.500 empresas que cuentan con más de 1.000 asalariados que concluyan (y no sólo inicien) los acuerdos en un plazo de cuatro meses inspirándose en el acuerdo nacional firmado en octubre de 2008 o en textos ya negociados en algunas compañías, como el de PSA Peugeot Citroën.
Además, se creará una estructura en la Dirección General del Trabajo que se encargará de aconsejar a las empresas y llamar la atención a las que tarden demasiado en pactar con los sindicatos.
El ministro de Trabajo ha renunciado a amenazar con sanciones financieras a las compañías que no cumplan su deber, y de momento cree que basta con publicar la lista de las ‘buenas’ y las ‘malas’. "La imagen es una palanca excelente para hacer reaccionar a las grandes empresas", ha dicho a gente de su entorno.
Los sindicatos, decididos a hacer del malestar en el trabajo uno de los temas centrales de sus acciones, han destacado el "voluntarismo" de Xavier Darcos pero esperan gestos más importantes.
FRANCE TÉLÉCOM ADMITE SU ERROR
Por su parte, el presidente de France Télécom, Didier Lombard, reconoció hoy que su empresa ha "subestimado una serie de parámetros humanos". Lombard declaró a la emisora Europe 1 que los trabajadores no estaban "muy bien porque han sufrido un shock". En un periodo de 20 meses se han quitado la vida 24 empleados.
"En 2002, estuvimos a punto de declarar la quiebra. En los últimos siete años, hemos sufrido una presión competitiva extraordinaria, cambios tecnológicos formidables. El conjunto de los asalariados de France Télécom han acompañado y seguido estas grandes transformaciones. Probablemente, se han hecho muy rápido. Probablemente, no he prestado la atención suficiente a algunos indicadores", explicó.
Pero los empleados "están rehaciéndose tras esta prueba terrible para crear la nueva France Télécom que he anunciado", subrayó Lombard, que descartó la posibilidad de dimitir porque "el capitán no debe abandonar el barco cuando está en medio de una tempestad".
Lombard ha anunciado la formación de Asambleas de Renovación, un espacio de diálogo para "liberar la palabra" en la compañía, y ha dicho que para el próximo diciembre va a haber un acuerdo sobre el estrés en el trabajo.
Respecto a la movilidad de los empleados, una de las prácticas más criticadas en France Télécom, ha prometido que "nada volverá a ser como antes". Por último ha propuesto aplicar una medida de "tiempo parcial senior" para los trabajadores a los que les queden menos de tres años para jubilarse.