BUENOS AIRES. Representantes de la empresa Kraft Foods y de la comisión gremial interna mantendrán este viernes una decisiva reunión en el Ministerio de Trabajo, en un intento por destrabar un conflicto que lleva casi dos meses y bajo la amenaza de los trabajadores de profundizar las protestas.
En simultáneo con el encuentro, que arrancará a las 9, los empleados de la compañía alimenticia realizarán con el apoyo de organizaciones sindicales y políticas una movilización a la sede de la cartera laboral a la espera del resultado de las negociaciones.
El conflicto tuvo un nuevo capítulo este jueves luego de que la empresa decidiera acatar el fallo de un tribunal laboral de San Isidro que la obligó a permitirle el ingreso al delegado sindical, Ramón Bogado, mientras una movilización de trabajadores volvió a cortar el tránsito sobre la Panamericana.
No ocurrió lo mismo con los demás integrantes de la comisión interna despedidos, quienes presentaron recursos de amparo para que también se les posibilite el acceso a la planta ubicada en General Pacheco.
Con este fallo, Bogado -uno de los motorizadores de la protesta- pudo ingresar a la planta para continuar con sus actividades gremiales acompañado por funcionarios del Ministerio de Trabajo, que ya había intimado a la firma a que le permitiera el acceso.
La entrada de Bogado se produjo además después de que los delegados gremiales sumaran el apoyo del líder de la CGT, Hugo Moyano, y del Ministerio de Trabajo de la Nación, que elevó ayer un pedido al gobierno bonaerense para que "haga efectivo" el ingreso de los gremialistas, de ser necesario, "con asistencia de la fuerza pública".
Por otra parte, en forma inesperada, alrededor de las 7, los trabajadores, junto con agrupaciones políticas de izquierda y estudiantes, realizaron un corte sobre la autopista Panamericana, a la altura de General Pacheco, y luego se reunieron en asamblea, donde aprobaron pasar a un cuarto intermedio hasta este viernes.
El corte de tránsito generó una gran congestión por algo más de una hora en la zona, a la altura de la avenida Henry Ford, en cercanías de la planta de Kraft Argentina, hasta que pasadas las 8:00 el tránsito comenzó lentamente a normalizarse.
Un importante dispositivo de la Gendarmería Nacional se mantuvo en las inmediaciones del lugar, pero los efectivos no intervinieron para desalojar la Panamericana, que fue cortada en ambas manos entre las 7:00 y las 8:00.
Por su parte, el ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, reconoció que el conflicto en la ex Terrabusi "es difícil" de resolver, porque tanto la empresa como los trabajadores "traban" una solución.
En declaraciones radiales, Cuartango sostuvo que el conflicto desatado en Kraft Argentina "es difícil, trabado por las dos partes, donde se han hecho avances gracias a la gestión de los dos Ministerios".
También consideró que "la empresa está incumpliendo la normativa laboral" porque a los delegados despedidos y suspendidos pueden impedirles realizar sus tareas "pero tienen que permitirles ingresar para realizar sus funciones como dirigentes gremiales".
"De lo contrario sería muy fácil para una empresa suspender a los delegados y sacárselos de encima", alertó.
En una conferencia de prensa, representantes de la CTA y los trabajadores de la comisión interna de Kraft exigieron este jueves el retiro de la policía bonaerense de la empresa, la reincorporación de todos los trabajadores despedidos y el respeto a la libertad sindical.
Hugo Yasky, secretario general de la central, volvió a reclamar una legislación que prohíba los despidos sin causa y una orden clara del gobierno para retirar a los efectivos.
"La próxima semana vamos a pedir la sanción urgente de una ley que definitivamente prohíba los despidos sin causa", consideró y aseguró que el grupo empresario "ha venido a la Argentina y ha usufructuado condiciones favorables para el negocio de la alimentación".
Consideró que "el Gobierno tiene que accionar claramente para que la policía deje la fábrica, porque permanecer dentro de la planta es inaceptable".
En tanto que la dirigente del MST-Nueva Izquierda, Vilma Ripoll, le pidió al Gobierno nacional que "más que amagar con Papel Prensa, debería nacionalizar ya la Kraft".
"Es una vergüenza que esta multinacional siga haciendo lo que quiere: cuenta como despedidos a los suspendidos, incumple la resolución de dejar entrar a la comisión interna y retira de la planta a perros y caballos pero no a la policía", sostuvo.