PEKÍN. La crisis económica mundial se presenta para China como la gran ocasión de acelerar y pasar del estatuto de taller del planeta al de potencia innovadora, a través de inversiones en investigación y tecnología.
"La ciencia y la tecnología son motores poderosos de crecimiento económico. Haremos de China el país de la innovación", declaró recientemente el primer ministro Wen Jiabao en Dalian (noreste) en la edición china del Foro Económico Mundial.
Mientras que los juguetes baratos ‘made in China’ ya no se venden como antes en un mundo en crisis, Pekín quiere revalorizar sus exportaciones con productos de fuerte valor agregado, de alta tecnología, que no sean fabricados o ensamblados en su territorio por empresas extranjeras, como ocurre a menudo hoy en día.
El año pasado, una compañía china -Huawei Technologies, empresa de telecomunicaciones de Shenzhen (sur)- encabezó por primera vez la lista de demandas de patentes ante la oficina internacional de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, con 1.737 pedidos.
"Trabajamos de forma contínua nuestra capacidad de innovar, en función de las necesidades de los consumidores", explica Huawei en su portal de internet. "Invertimos una media del 10% de nuestra facturación en Investigación y Desarrollo (ID). El 43% de nuestros 87.000 empleados tienen actividades vinculadas con ID" en China y en 14 centros en el extranjero, como Dallas, Bangalore o Estocolmo, precisa un portavoz de Huawei, Linna Yi.
El alza de las patentes, si bien no todas son consagradas a verdaderas invenciones, no es una medida suficiente para conocer el auge de la innovación en China.
Sin embargo, es un indicador y los expertos subrayan que cuando más se esfuerza un país en proteger sus derechos de propiedad intelectual, más se encuentra en el camino de la creación.
Incluso si Huawei y algunas compañías gastan mucho dinero en ID, como el gigante del equipamiento en telecomunicaciones ZTE, aún son una excepción.
De todos modos, globalmente hablando, China invierte cada vez más en todos los sectores: ciencias, electrónica, tecnologías de la información, nanotecnologías.
El gigante asiático no se contenta con desarrollar nuevas generaciones de teléfonos móviles, sino que apuesta por otras áreas, como las nuevas fuentes de energía. En 2001, sus gastos en ID representaban el 0,95% de su Producto Interior Bruto (PIB). En 2008, han pasado a ser el 1,5%, según el Instituto de Estadísticas Científicas y Tecnológicas de la Universidad de China central. Esto hace que en siete años esos recursos hayan pasado de 104.000 a 440.000 millones de yuanes (64.300 millones de dólares), según la misma fuente.
El objetivo de China es llevar esos gastos en ID al 2% del PIB en 2010.