SANTIAGO DE COMPOSTELA. Trabajadores de Leche Pascual en la planta de Outeiro de Rei (Lugo) iniciarán hoy un encierro en la factoría del grupo lácteo castellano para denunciar su situación a menos de un mes de que expire el expediente de regulación de empleo aplicado a la plantilla en agosto y que supondrá el despido de 135 empleados –dado que otros 20 se acogieron a bajas incentivadas–.
El abogado de los trabajadores, Alberte Xullo Rodríguez Feixoo, criticó este último mes que la Xunta no explicase –públicamente o bien a los representantes del comité de empresa en privado– por qué considera que alguno de los tres proyectos para recuperar la actividad en la factoría lucense "no es serio o viable".
"Sabemos que tiene encima de la mesa proyectos que pueden recuperar la factoría", insistió, tras asegurar que su actividad "alimentaba" a 155 familias y más de 1.000 puestos de trabajo indirectos –ganaderos, transportistas y comerciantes de la comarca–.
El abogado defendió que "alguno" de los proyectos presentados –el de Feiraco y otras cooperativas lácteas, La Arzuana y Nueva Rumasa– "vienen avalados" por una "firma internacional de auditoría" –PricewaterhouseCoopers– y "las entidades crediticias de mayor solvencia de Galicia". "Eso nos da pie a pensar que es un proyecto serio", consideró.
Los trabajadores protagonizaron diversas manifestaciones y actos de protesta en Santiago, Lugo y Outeiro de Rei este último mes para solicitar una entrevista con los conselleiros de Economía e Industria, Traballo y Medio Rural a fin de buscar soluciones para la factoría. El 4 de diciembre los contratos de los 135 empleados que no se acogieron a las bajas incentivadas quedarán extinguidos.