JERUSALEN. Intel no planea detener las operaciones de una fábrica en Jerusalén los sábados a pesar de las protestas violentas de los judíos ultraortodoxos que acusan al fabricante de microprocesadores para computadoras de desacatar el sabbat, un día de descanso para el judaísmo, anunciaron el domingo representantes de la empresa.
Unos 1.500 manifestantes protestaron el sábado fuera de las instalaciones de la compañía ubicadas en la zona industrial Har Hotzvim de Jerusalén, cerca de las zonas ortodoxas.
El vocero de Intel Kobi Bachar dijo el domingo que las protestas comenzaron por la apertura de una nueva instalación en el lugar, pero agregó que la Compañía ha operado los sábados desde hace más de 20 años y que lo seguirá haciendo de esa forma.
"Nada ha cambiado, hemos funcionado ahí respetando la ley por 24 años", dijo Bachar.
Los activistas ortodoxos suelen protestar contra los negocios que abren los sábados. Desde el año pasado la decisión del municipio de abrir un estacionamiento municipal durante el sabbat ha desatado manifestaciones que han llegado a la violencia en algunas ocasiones.
La mayoría de los comercios en Jerusalén cierran por el sabbat, que dura del crepúsculo del viernes hasta el anochecer del sábado. Los negocios que abren los sábados están lejos de barrios religiosos para evitar conflictos.
La tensión entre los judíos seglares y los ortodoxos, que suman un tercio de la población de Jerusalén, siempre han sido fuertes. Las relaciones empeoraron el año pasado cuando los votantes eligieron a un alcalde seglar y a un titular ortodoxo.