Pekín. Las autoridades responsables del Parque del Glaciar Qipanshan, en la provincia norteña de Shenyang, sacrificaron a los dos tigres siberianos que atacaron a un empleado del centro y lo dejaron en coma.
Según publicó hoy el periódico oficial "Global Times", el empleado, Yang Jingwei, de 51 años, es un operario del zoo y fue atacado en la tarde del viernes mientras retiraba la nieve de las puertas automáticas de la jaula.
Sus colegas intentaron de inmediato dispersar a los tigres con un rifle de caza, pero no podían acercarse a Yang al estar cerca los dos animales, por lo que la policía tuvo que intervenir y herir a los dos ejemplares con su arma tras conseguir el permiso del departamento forestal local.
Las primeras investigaciones atribuyeron al hambre el ataque de los tigres, que se alargó durante quince minutos, aunque todavía no se explican como los animales superaron la verja electrificada de 2,8 metros de altura que les separaba del operario.
La víctima, que está siendo tratado en el hospital local, resultó gravemente herida en la cabeza, el cuello, la tráquea y sufre varias fracturas de huesos y vasos sanguíneos.
El parque cerró sus puertas tras el suceso, ya que previamente ya se había denunciado al recinto por la pobre alimentación de los más de 3.300 animales que alberga, y que incluso obligaron al sacrificio de los más pequeños -como patos y ocas- para alimentar a los más grandes.
Los tigres siberianos son los mayores felinos del mundo y pueden pesar hasta 300 kilos de peso.
Estos animales son una especie en peligro y se estima que sólo hay unos 500 ejemplares en libertad en la región rusia de Siberia.