MADRID. España aprovechará la presidencia de turno de la UE para impulsar el desarrollo de yacimientos de empleo vinculados a las energías renovables y servicios medioambientales (‘empleos verdes’), la atención social (‘empleos blancos’), y las nuevas tecnologías (‘empleos azules’).
Así lo explica el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, en un artículo realizado para la Fundación Ideas que, promovida por el PSOE, está liderada por su antecesor en el cargo Jesús Caldera.
En este artículo, Corbacho asegura que la Presidencia española de la UE centrará sus esfuerzos en desarrollar políticas activas de empleo contra la crisis, en la prevención y el tratamiento del paro, en poner en marcha reformas en el mercado de trabajo y en fortalecer la protección social.
Todo ello se hará en el marco de la llamada Estrategia Post 2010, más conocida como Estrategia de Lisboa, y que, según Corbacho, será, sin duda, "uno de los retos más importantes" de la Presidencia española, aunque no el único.
El ministro destacó que la Estrategia de Lisboa deberá seguir fijándose como objetivos la promoción de nuevos nichos de empleo como los ya mencionados, la adecuación de las cualificaciones a las demandas del mercado laboral, la participación de los jóvenes en el mercado laboral, el fomento del empleo autónomo y la mejora del funcionamiento y eficacia de los servicios nacionales de empleo, entre otros.
Corbacho asegura en este texto que será la crisis mundial la que mida la capacidad de la Presidencia española para marcar las claves de la recuperación, y subraya que para garantizar el éxito de esta misión es necesario potenciar el diálogo social, al que define como un "instrumento adicional" para la superación de la crisis.
En materia de cohesión social, y en línea con la Estrategia de Lisboa, el objetivo de la Presidencia española será el de consolidar los sistemas de protección social a medio y largo plazo y favorecer la igualdad de género en el empleo.
"Por muchas razones, la Presidencia española deberá ser y será un punto de referencia importante que continúe la tradición de los gobiernos socialistas españoles en su europeísmo, en pos de una UE mucho más eficiente, cercana y capaz de jugar un papel de primer orden en el concierto mundial", concluye Corbacho.