BRUSELAS. España es uno de los países de la UE con más flexibilidad en el mercado laboral, al mismo nivel que Reino Unido, Finlandia o Dinamarca. Esta flexibilidad se traduce en un alto porcentaje de trabajadores que cambian anualmente de empleo (casi el 30% frente al 22% de media comunitaria) y una duración del periodo en que una persona tarda en encontrar un nuevo empleo relativamente corta (6,4 meses frente a 11,9 de promedio en la UE), según el informe anual de empleo publicado este lunes por la Comisión.
El estudio resalta que esta gran flexibilidad de España se debe, no a una legislación laboral menos rígida como en el caso de Reino Unido o de Dinamarca, sino a la alta tasa de temporalidad que permite ajustar rápidamente el empleo en caso de crisis o reconversión.
"Una legislación estricta de protección del empleo tiene a aumentar el paro de larga duración", subraya la Comisión Europea. No obstante, también matiza que "es difícil sacar conclusiones definitivas sobre el nivel óptimo de rotación laboral" porque un exceso de rotación también puede provocar un alto nivel de paro temporal, pérdida de capital humano y mayor gasto en prestaciones por desempleo.
De media, cada año un 22% de trabajadores de la UE cambia de empleo, según los datos de Bruselas. Sin embargo, hay importantes diferencias por países, de modo que el porcentaje va desde entre el 14% en Grecia y el 16% en Suecia hasta entre el 25% y el 30% en Reino Unido, Finlandia, España y Dinamarca, según los datos del periodo 2002-2007.
Estas diferencias en materia de rotación tienen su impacto en el paro. De media, cerca de un tercio de los parados encuentra trabajo en un año determinado. No obstante, la tasa de transición del paro al trabajo varía también entre el 40% o más en Reino Unido, España, Portugal y Países Bajos, países en los que es más fácil encontrar un nuevo empleo, y el 25% o menos en Alemania, Grecia, Polonia y Bélgica.
Además, en los países con mayor flexibilidad en el mercado laboral, la duración media del paro es más corta que en los Estados más rígidos. En este caso, España es el segundo país de la UE donde menos se tarda en encontrar un nuevo empleo tras quedarse en paro (6,4 meses), sólo por detrás de Malta (3,5 meses). En contraste, en Alemania se tarda 12,1 meses y en Francia 8,4 meses. Estos datos corresponden al periodo comprendido entre 2005 y 2008, antes de la crisis se agravara.
PAÍSES MÁS RESISTENTES
El informe señala que, aunque los mercados laborales europeos se han visto muy afectados por la crisis, el aumento del paro no ha sido tan grave como cabría esperar teniendo en cuenta la fuerza de la recesión. Ello se debe al uso de medidas de ajuste como la reducción de jornada laboral a cambio de una prestación o a cierres temporales. El resultado es que los mercados laborales de la UE se han ajustado a la crisis principalmente a través de una reducción de la productividad en lugar de una caída del empleo. Es lo que ha ocurrido principalmente en Austria, Bélgica, Alemania, Italia o Países Bajos.
Pese a todo, a mediados de 2009, el empleo en la UE se había reducido en 4,3 millones de trabajadores (1,9%) en comparación con el año anterior. Los países más afectados fueron España, Irlanda y los bálticos.