WASHINGTON. Incluso los estadounidenses afortunados por tener un empleo en esta crisis económica se sienten más descontentos con sus trabajos, según una encuesta que halló que sólo el 45% de los empleados en Estados Unidos están satisfechos con su labor.
Este es el nivel más bajo registrado por el grupo de investigación Conference Board en más de 22 años de estudiar el asunto. En el 2008 el 49% de los encuestados decían sentirse satisfechos con sus empleos.
La caída en la felicidad de los trabajadores puede responsabilizarse en parte a la peor recesión desde la década de 1930, que ha dificultado que algunas personas encuentren trabajos atractivos y adecuados a ellas. Pero eso no se limita a los últimos años; la insatisfacción de los trabajadores lleva más de dos décadas en aumento.
"Indica algo preocupante en torno al empleo en Estados Unidos. No se trata de un ciclo económico ni de una generación gruñona", dijo Linda Barrington, directora operativa de recursos humanos en el Conference Board, que ayudó a escribir el informe a ser divulgado el martes.
Hay diversas razones detrás de esta insatisfacción: una de ellas es que menos trabajadores consideran que sus empleos son interesantes; otra, que los ingresos no han aumentado a la par de la inflación, y finalmente están los costos por servicios de salud, que han tenido un aumento fuerte en los últimos 20 años.
Otro de los descubrimientos interesantes de la encuesta es que sólo el 43% de los trabajadores se sienten seguros en torno a sus puestos de trabajo. En el 2008 el 47% se sentía de esta forma y en 1987 el 59% afirmaba lo mismo.
El problema no es trivial. Si la insatisfacción con el trabajo no se logra revertir, esto podría apagar la innovación y afectar la competitividad y la productividad de Estados Unidos, según señalan los economistas. También podría hacer que los trabajadores más viejos que no estén satisfechos con sus empleos se sientan menos inclinados a compartir sus conocimientos y habilidades con los empleados más jóvenes.
"Lo realmente preocupante sobre el aumento en la insatisfacción en el trabajo es la forma en que puede repercutir a la larga en la naturaleza competitiva de la fuerza laboral estadounidense y en el crecimiento de la economía de Estados Unidos, en ambos casos de forma negativa", dijo Lynn Franco, otra de las autoras del informe y directora del Centro de Investigación sobre el Consumidor de el Conference Board.