El 37,4 por ciento de los docentes padece niveles de estrés altos o muy altos en el trabajo y las razones principales son el temor a sufrir una agresión física de los alumnos y la falta de respaldo de los padres en los problemas de disciplina escolar.
Según un estudio de FETE-UGT entre 1.223 enseñantes de Secundaria de todas las CCAA, publicado hoy, estas dos causas son mencionadas en el 50,2 y 49 por ciento de los casos, respectivamente.
A continuación figuran presenciar agresiones físicas entre los alumnos (47,91 por ciento); enseñar a personas que no valoran la educación (43,5 por ciento); e impartir clase a un número alto de alumnos (42,1 por ciento).
El estudio, que concluye que las mujeres sienten niveles de estrés más elevados que los hombres, también identifica como causas las agresiones verbales por parte de los alumnos (41,7 por ciento); falta de respeto de los estudiantes (40,31 por ciento); y tener que mantener la disciplina en el aula 40,39 por ciento.
De hecho, más de la mitad de los profesores padece comportamientos de alumnos que impiden el desarrollo normal de la clase casi a diario o con mucha frecuencia, según esta encuesta, orientada a detectar las situaciones de violencia en los centros escolares como factor de riesgo psicosocial para la salud de los trabajadores de la enseñanza.
Según los datos, un 7,4 por ciento del profesorado asegura que alguna vez ha sido agredido por alumnos, y casi un 2 por ciento admite que los estudiantes le agreden físicamente, al menos, una vez al mes.
La proporción de docentes amenazados es mayor: el 32,4 por ciento declara haber sido intimidado alguna vez, y el 5,7 por ciento con cierta frecuencia, es decir, una vez al mes como mínimo.
El estudio llevado a cabo por FETE-UGT, que ha contado con el apoyo institucional de FE-CCOO y CECE en el marco de la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, analiza también las relaciones entre familia y profesor.
Un 24 por ciento dice haber recibido insultos alguna vez por parte de las familias, un 19,3 por ciento confiesa ser víctima en alguna ocasión de maltrato psicológico y un 4 por ciento ha sido agredido alguna vez por los parientes de los estudiantes.