SIDNEY. El Gobierno australiano plantea la necesidad de mantener dentro del mercado laboral a aquellas personas en edad de jubilación que quieran alargar voluntariamente su vida laboral en el marco de una serie de directrices encaminadas a combatir el impacto del envejecimiento de la población y equilibrar las cuentas públicas australianas.
El responsable del Tesoro australiano, Wayne Swan, presentó un plan de 43 millones de dólares australianos (27 millones de euros) con diferentes medidas dirigidas a fomentar la prolongación voluntaria de la vida laboral de los trabajadores en edad de jubilarse.
Entre estas medidas, el ministro destacó la puesta en marcha de programas para el reciclaje y la formación, así como programas de ayuda para las personas mayores con riesgo de perder su empleo por su estado de salud.
"La elección de los mayores de continuar en el mercado laboral o dejar de trabajar debería ser sólo eso, una elección, no algo forzoso", dijo Swan, quien apuntó que las proyecciones apuntan a que en 2050 la población australiana con más de 65 años será cerca del 25% del total, frente al 13% actual, lo que supondrá que sólo haya 2,7 personas en edad de trabajar por cada persona mayor de 65 años, frente a los cinco actuales.
No obstante, el responsable del Tesoro australiano afirmó que las previsiones no apuntan a un "hundimiento" del nivel de vida, sino a una ralentización del crecimiento, así como a un deterioro de la posición fiscal.