MILÁN, Italia. Los trabajadores de Fiat, el mayor constructor de automóviles italiano, cumplen este miércoles una huelga nacional de cuatro horas para protestar contra el cierre de la fábrica de Sicilia, al sur del país.
La decisión de Fiat de cerrar la fábrica siciliana de Termini Imerese en el 2011, donde se ensambla Lancia Ypsilon y que emplea 1.400 trabajadores, suscitó fuertes críticas tanto de los sindicatos como de la clase política, ya que el desempleo en Sicilia es el más alto en la península.
El 80% de los trabajadores adhirieron a la huelga, según el mayor sindicato del sector Fiom-CGIL. En la mayor fábrica de Fiat, la de Mirafiori, en Turín (norte), entre el 50 al 70% de los trabajadores participaron en la huelga, indicó a la AFP Vittorio De Martino, responsable de Fiom. "Es una buena adhesión", reconoció el sindicalista, tras explicar que la producción continúa a ritmo reducido.
En las fábricas de Melfi y Cassino (sur) también se paró de trabajar así como en las otras filiales del grupo donde de produce Ferrari, Maserati y CNH. Los trabajadores de Pomigliano (sur) no participan debido a que esta semana se encuentran en paro técnico. Según Fiom, la huelga afecta a más de 50.000 trabajadores del sector.
La crisis económica y sobre todo la disminuición de pedidos ha afectado a Fiat que anunció la semana pasada que cerrará durante dos semanas, a partir del 22 de febrero, las siete fábricas de Italia, lo que afecta directamente a unos 30.000 trabajadores.
Fiat registró en 2008 pérdidas netas por 848 millones de euros (1.200 millones de dólares) pero espera obtener beneficios de 200 a 300 millones de euros en 2010 a condición de que las primas estatales para comprar un auto nuevo a cambio de destruir el viejo sigan vigentes en Europa.