Para explicar las medidas para adelantarse a la rforma laboral que vienen reclamando numerosos actores, especialemente las grandes corporaciones y la UE, José Luis Rodríguez Zapatero, citó en La Moncloa a los líderes de dos sindicatos y dos patronales y les explicó su proyecto durante más de tres horas.
Tanto los secretarios generales de Comisiones y de UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, como los presidentes de las patronales, Gerardo Díaz Ferrán y Jesús Bárcenas, salieron satisfechos.
La modificación del contrato de fomento del empleo que facilita el empleo estable de desempleados mediante colocaciones temporales. Su principal característica es que conlleva un despido más barato que el correspondiente al contrato indefinido ordinario. Las indemnizaciones en la ruptura improcedente se quedan en 33 días por año de servicio, en lugar de los habituales 45 días. También rebaja las mensualidades a pagar; en lugar de 42, a 24.
Zapatero dijo que los interlocutores están de acuerdo con adoptar medidas que fomenten el contrato indefinido pero sin aumentar los costos laborales de los empresario.s
Otra iniciativa descrita por Rodríguez Zapatero es la utilización de la reducción de jornada como ajuste laboral, en lugar de los despidos. El presidente reiteró que su proyecto «tiene muchos contenidos» que ayudarán a frenar la destrucción de puestos de trabajo y a salir laboralmente de la crisis de la mejor manera posible. Incluso habló de crear empleo con bajos índices de crecimiento económico, a diferencia de lo que ha ocurrido en el pasado. Igualmente, en la propuesta del Gobierno figura la revisión del contrato a tiempo parcial y del sistema de bonificaciones actualmente agotado, de la introducción de la intermediación laboral privada, mejoras para desterrar cualquier discriminación laboral y un mayor control del absentismo.
El presidente abogó, como el resto de interlocutores, por emprender inmediatamente la negociación para que el acuerdo se logre en el menor tiempo posible, pero rehusó poner una fecha tope. «Sería absurdo», comentó. «Lo que tenemos que hacer -continuó- es ponernos manos a la obra».