MADRID. El consejo de administración de BBVA ha decidido congelar tanto las aportaciones al plan de pensiones como el salario de su presidente, Francisco González, así como eliminar las indemnizaciones por cese para los consejeros ejecutivos, según consta en la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con motivo de la convocatoria de la junta general de accionistas del 12 de marzo.
El BBVA considera que estas medidas, con las que reduce los costes en ejecutivos ‘top’ del grupo, son acordes con las nuevas exigencias internacionales en materia de retribuciones al sector financiero, -a pesar de ser uno de los pocos bancos internacionales que no ha pedido ayudas al Gobierno y que, por lo tanto, es plenamente soberano en sus decisiones retributivas-, "y se han hecho respetando los compromisos contractuales existentes, que son ineludibles y transparentes", informaron a Europa Press en fuentes financieras.
En concreto, la entidad ha suprimido las indemnizaciones por cese de sus consejeros ejecutivos, los denominados blindajes, lo que le propiciaría un ahorro teórico de 178 millones de euros. De este modo, Francisco González ‘renuncia’ a los 93,70 millones a que tenía derecho si la entidad decidía prescindir sin causa justificada de sus servicios.
La medida afectaría fundamentalmente al consejero delegado de la entidad, Angel Cano, quien mantiene el esquema de jubilación anticipada, estándar para todos los empleados del banco, consistente en un 75% del salario pensionable antes de cumplir los 55 años y un 85% después de los 55 años.
Asimismo, se reducen considerablemente las obligaciones en materia de previsión (pensiones). En el caso del presidente, tras la aportación de 7 millones de euros en 2009 (inferior en un 30% a la de 2008) el banco ya no hará más aportaciones, dado que el 19 de octubre del pasado año González ya cumplió 65 años, "motivo por el cual el grupo no considera lógico seguir realizando dotaciones a su plan de pensiones una vez superada su edad legal de jubilación", explicaron a Europa Press las mismas fuentes.
Mediante esta práctica, pionera en España, la pensión resultante, cuya cuantía asciende a 79 millones de euros -engloba las cantidades provisionadas durante su trayectoria de 14 años al frente de BBVA- se congela en una póliza de seguros cuyas prestaciones no podrán ser percibidas hasta que el presidente del consejo cese en sus funciones ejecutivas. De este modo, el BBVA ya no tiene que asumir ningún tipo de riesgo, como los biométricos (tablas de mortalidad), tipos de interes, salariales, etc. Los estatutos de BBVA dictaminan la edad máxima de jubilación para su presidente en los 70 años.
Por su parte, la dotación declarada por el banco para la pensión de Angel Cano asciende a 13 millones de euros e incluye todos los compromisos anteriores a su nombramiento en septiembre como consejero delegado tras 18 años de carrera en BBVA.
REDUCCIÓN DE SALARIOS.
Además, el nuevo esquema retributivo de BBVA modera los componentes salariales de sus consejeros ejecutivos, de modo que en 2010 los salarios fijos se vuelven a congelar por tercer año consecutivo y se reducen las retribuciones variables.
En el caso del presidente, que en 2009 percibió una remuneración global de 5,3 millones de euros, su sueldo fijo se mantiene en 1,9 millones. Además, González recibió en 2009 una retribución variable de 3,4 millones, cifra inferior en un 1% a la de 2008 y en un 11% a la de 2007.
Respecto a Angel Cano, en 2009 percibió un salario de 800.000 euros, cifra que refleja su remuneración fija como director de Recursos de BBVA durante los primeros nueve meses del año y como consejero delegado a partir del 29 de septiembre. En 2010 recibirá un salario fijo de 1,25 millones de euros, cifra inferior a los 1,4 millones percibidos en 2008 por su antecesor en el cargo, José Ignacio Goirigolzarri. El pasado ejercicio, Cano percibió una retribución variable de 1,4 millones de euros. En conjunto, la retribución de Cano es aproximadamente un 20% inferior a la de Goirigolzarri.
La información entregada a la CNMV revela también que el monto final de la pensión nominal de Goirigolzarri asciende a 68 millones de euros, si bien el banco ya informó en su momento que el ex consejero delegado había optado por percibir 3 millones de euros al año acogiéndose al modelo de renta periódica.
También refleja que los miembros del comité de dirección de BBVA que no forman parte del consejo de administración se redujeron su salario en conjunto en un 9%, a 6,2 millones de euros, y su retribución variable en un 19% a 10,8 millones de euros.
PLAN DE RETRIBUCIÓN VARIABLE EN ACCIONES.
Según informaron a Europa Press en fuentes financieras, la política de contención salarial puesta en marcha por la entidad se extenderá también al plan de retribución variable plurianual en acciones 2010-2011, que afecta a un total de 2.200 directivos y que mantendrá el mismo número de títulos que el anterior programa.
Este plan consiste en la asignación de un determinado número de "unidades" a cada beneficiario, que podrán dar lugar a la entrega de acciones de BBVA a la finalización del mismo.
El número de títulos a entregar dependerá de la evolución de la variable TSR (Total Shareholder Return) que mide el retorno de la inversión para el accionista como suma de la revalorización de la acción más los dividendos de 18 entidades de referencia, entre las que figuran Santander, BNP Paribas, Credit Agricole, Société Générale, Deutsche Bank, Commerzbank, HSBC, Barclays, Royal Bank of Scotland, Credit Suisse, UBS, Bank of América, JP Morgan Chase y Wells Fargo.
Para la obtención de las acciones, los beneficiarios deberán permanecer en activo en algunas de las empresas del grupo BBVA en la fecha de liquidación del programa, excepto si se han prejubilado, y obtener una evaluación media determinada. A Gorigolzarri, beneficiario también de este plan, se le prorratearán las acciones asignadas.