En las ofertas están publicadas en la página china de Google, (http://www.google.cn/jobs/) la multinacional busca a ingenieros de software, administrativos, directivos de ventas y personal de recursos humanos, entre otros, para trabajar en Pekín, Shanghai y Guangzhou.
Estas ofertas indican la posibilidad de que la multinacional tecnológica no abandone el país, después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores chino reconociera ayer que mantiene un diálogo "sólido y fluido" con las empresas extranjeras del sector, en una alusión indirecta a Google.
China cuenta con el mayor mercado de usuarios de internet del mundo, con 384 millones a finales de 2009, por delante del estadounidense, pero también con el sistema censor más sofisticado.
Google acusó a Pekín en enero de haber provocado múltiples ciberataques contra las cuentas de correo de disidentes políticos, defensores de derechos humanos, empresarios y periodistas, y aseguró que abandonaría sus negocios en China si el régimen comunista seguía censurando contenidos en internet.
Las de hoy son las primeras ofertas de trabajo desde las declaraciones de Google del 12 de enero pasado, que ayer Pekín calificó por primera vez de "infundadas" e "irresponsables".
Hasta entonces, el régimen del Partido Comunista de China había respondido a las acusaciones de Google señalando que todas las empresas que trabajan en su territorio tienen que ceñirse a las leyes locales, en referencia a la censura de contenidos.
A pesar de sus críticas, Google ha seguido trabajando en este último mes bajo los mismos criterios, que impiden que sus buscadores accedan a contenidos molestos para el régimen, como la matanza de estudiantes de Tiananmen en 1989, el independentismo en el Tíbet y Xinjiang o las violaciones de derechos humanos.
Esta semana, la prensa estadounidense aseguró que los ciberataques contra las cuentas de correo Gmail, de Google, procedían de dos escuelas informáticas chinas relacionadas con el Ejército, un extremo que tanto estos centros como el gobierno han negado.
El conflicto entre Google y China ha sido el primero en una escalada de tensión política entre Washington y Pekín, ya que la Casa Blanca apoyó a sus multinacionales y abogó por la libertad de expresión en la red.
A continuación, EEUU cerró una venta de armas a Taiwán y, en los últimos días, el presidente Barack Obama se reunió con el Dalai Lama, líder espiritual tibetano en el exilio y considerado un enemigo secesionista por el régimen chino.