El Presidente de Repsol, Antonio Brufau, reconoció ayer que están "recentrando las operaciones" en el complejo petroquímico de Puertollano (Ciudad Real) y que la química está pasando "momentos difíciles", pero añadió que esta planta, en la que la compañía prevé invertir unos 300 millones de euros en los próximos cinco años, tiene "un futuro" que pasa por la especialización.
En declaraciones a los medios, tras reunirse en Toledo con el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, Brufau indicó que en el contexto "doloroso" actual "no podemos ser una excepción" y por ello "la única forma de ganar a los asiáticos, a los árabes, y a todos aquellos que tienen una materia prima más barata es buscando especialización y haciendo cosas distintas".
En este contexto, confirmó que hay dos plantas que se pararán "con fecha indeterminada" y eso afectará a 90 personas, pero agregó que se está en negociación con los sindicatos para "intentar ver cuál es la mejor opción" para ellas; y que se van a "racionalizar unidades" y el craker se trabajará "de forma intermitente".
Por su parte, el presidente regional señaló que "Repsol en Puertollano tiene futuro" y que no debe haber preocupación ni entre los ciudadanos de la localidad ciudadrealeña "y tampoco entre los trabajadores de Repsol sobre el futuro de la empresa y el futuro de la empresa en Puertollano".
En la reunión estuvieron también presentes, junto a responsables de Repsol, el alcalde de este municipio, Joaquín Hermoso; los secretarios regionales de CCOO, José Luis Gil, y de UGT, Carlos Pedrosa; la vicepresidenta y consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo; las consejeras de Trabajo y Empleo, María Luz Rodríguez; e Industria, Energía y Medio Ambiente, Paula Fernández; y la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez.