TOKIO. A pocas personas les gusta sentarse en el sillón del dentista, pero al menos los estudiantes japoneses que quieran dedicarse a esa especiliadad tendrán ahora un nuevo robot para practicar antes de pasar a los pacientes reales.
En una iniciativa que ha sido descrita como el primer uso a gran escala de un robot dental, 88 estudiantes de la universidad japonesa de Showa rinden examen usando un robot-paciente, que reacciona ante procedimientos que causarían dolor en un humano.
"La habilidad y capacidad médica se gesta a partir de las fallas. Las capacidades de cada uno sólo mejoran si has fracasado antes", dijo el subdirector universitario de Showa, Koutaro Maki.
"Por ello, llegamos a la conclusión de que un robot es la única forma que permitiría a los estudiantes aprender de sus errores sin causar inconvenientes a los pacientes", añadió.
El robot, que sobrevivió intacto a los exámenes, fue creado por el departamento de ortodoncia de la universidad y mide 157 centímetros de altura.
Se trata de la tercera generación de este tipo, y fue desarrollado para permitir a los estudiantes practicar con un paciente de apariencia real que reaccionara como un humano.
No sólo reacciona de forma automática a acciones que causarían dolor en un humano, sino que también los instructores pueden usar un control para provocar actos no predecibles, como un estornudo, una tos o un movimiento.
Según estudiantes como Shugo Haga, de 26 años, este prototipo proporciona una réplica de las reacciones humanas mucho mejor que otros robots.
"Este robot es bastante diferente a los que teníamos hasta ahora en lo que se refiere a movimientos, puesto que ahora son muy parecidos a los de un paciente real. Uno se da cuenta realmente de las dificultades de trabajar con un paciente", explicó Haga.
El robot también segrega saliva artificial para simular las condiciones de una boca humana, e incluso se cansa e intenta cerrar la boca si el estudiante tarda mucho.
Aunque la universidad de Showa ha usado humanos en sus exámenes clínicos, el hospital espera que su nuevo robot paciente asuma la carga de ser pinchado y perforado para ayudar a formar a la nueva generación de creadores de sonrisas.