Responsables de Recursos Humanos de las principales entidades financieras españolas se dieron cita en el último desayuno Infoempleo-Randstad, dedicado al sector bancario, entre ellos Carlos González, de Santander, Luis Sánchez Naverrete, de BBVA, José Andrés Fernández Marín, de Caja Madrid, Louis Bolz, de la Caixa, y Josep Raimon Morant Barber, de Bancaja.
La actual inestabilidad económica se presentó a lo largo del encuentro como uno de los retos más evidentes para bancos y cajas, que afrontan la posibilidad de una reestructuración del sector como una necesidad lógica e inminente.
Según Carlos González, estos cambios “tendrán que ver con la optimización de la tecnología, la racionalización de las oficinas y la solvencia en las cuentas de resultados”.
Las fusiones no permiten hacer más
Las preocupaciones de las cajas de ahorros, más sensibles a los vapuleos del mercado que los bancos, también se manifestaron en el encuentro. La optimización de las plantillas se planteó como imprescindible en este contexto, sobre el cuál Morant Barber apuntó que “la incertidumbre ante posibles fusiones no permite actuar más”.
Mejorar lo de dentro antes que contratar fuera
El parón en la contratación se presentó durante el encuentro como una de las consecuencias directas de los cambios del sector bancario. “Ahora se necesita una mirada distinta –señaló Louis Bolz- más enfocada en el desarrollo interno de los empleados que en la contratación externa”.
Luis Sánchez Navarrete ofreció un punto de vista diferente, y destacó que, “pese a las cifras del desempleo, sabemos y somos muy conscientes de que el talento que necesitamos escasea. Ahí no queremos bajar la guardia”.
Candidato ideal
El perfil del candidato ideal del sector bancario también se dibujó a lo largo del encuentro: Licenciado en ADE, Económicas o similar, con una experiencia de aproximadamente dos años, se estableció como el perfil requerido en un 63% de las ofertas de empleo del sector.
Profundizando un poco más en este retrato robot, Fernández Marín aludió a la necesidad de compromiso del candidato, señalando como necesario que este “se implique y se ilusione con el proyecto”.