SAN DIEGO, California. El aumento de los suicidios entre agentes de la Patrulla Fronteriza ha coincidido con el incremento de la tensión en la frontera y pone de manifiesto los problemas psicológicos a los que se enfrentan.
Desde febrero del 2008, 15 agentes han terminado con sus propias vidas, de acuerdo con reportes de prensa.
Esto representa la peor ola de suicidios en este grupo en dos décadas y la cifra es más significativa debido a que durante cuatro años no se presentó un solo caso.
“Un solo suicidio, sin importar en qué sección trabajan nuestros empleados, es demasiado. No queremos especular porqué una persona toma esa decisión, pero es un tema que nos concierne y preocupa”, dijo a Efe Joanne Ferreira, vocera de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), de la que depende la Patrulla Fronteriza.
La portavoz aclaró que la cifra de suicidios corresponde a empleados de toda la agencia, y no solo a miembros de la Patrulla Fronteriza, aunque también señaló que no cuentan con cifras específicas de los casos entre empleados que se desempeñan activamente en la frontera.
La agencia cuenta con cerca de 55.000 empleados, de los cuales unos 22.000 pertenecen a la Patrulla Fronteriza.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), agencia federal que mantiene estadísticas sobre suicidios en EEUU, la tasa a nivel nacional es de 12 casos por cada 100.000 personas, en tanto que en el caso del CBP la tasa se incrementa a cerca de 30 casos por cada 100.000 agentes.
Pese a que la información relacionada con agentes de la Patrulla Fronteriza impide establecer con certeza la causas de los suicidios, Anara Guard, psicóloga del Centro de Recursos para la Prevención del Suicidio del Departamento de Salud y Recursos Humanos, apuntó que varones en su madurez forman parte del principal grupo en riesgo de cometer suicidio, y que precisamente este es el grupo al que los agentes suelen pertenecer.
Ferreira señaló que desde mayo del 2008 el CBP ha implementado programas para prevenir suicidios en los que supervisores han recibido entrenamiento sobre estos casos y cuentan con libertad de acción para decidir que recursos serían más efectivos para ayudar en casos particulares.
“Nuestra misión es proteger a las personas que entran a EEUU, a la nación de posibles actos terroristas y armas, por lo que vigilamos no solo a las personas que ingresan sino también la salud mental del personal de la agencia”, señaló la vocera.
Añadió que entre los recursos disponibles para ayudar a empleados se cuentan un video de orientación, un programa de asistencia y una línea de teléfono de ayuda.
La agencia concentra la mayor parte de su personal en Texas, Nuevo México, California y Arizona.
Un aumento de casos en El Paso, Texas, motivó la creación del video de prevención.
Aunque Ferreira dijo que la agencia prefiere no especular sobre las razones que podrían llevar a una persona a terminar con su vida, cambios en el clima social relacionado con inmigración y la frontera han transformado la naturaleza del trabajo de estos agentes.
Guard comentó a Efe que es importante reconocer que el estrés por sí mismo no causa suicidios, pues muchos de nosotros lo experimentamos.
“Se tiene que inquirir sobre las causas que les pueden impedir buscar ayuda, como si lo hacen esto quedará como una marca en su historial de empleo, o si los servicios que necesitan existe, o si cambiará la percepción que de ellos tienen sus superiores”, señaló.
Otra razón por la cual es difícil determinar las condiciones de salud mental entre agentes de la Patrulla Fronteriza son las obligaciones de confidencialidad médica en relación con empleados que experimentan problemas.
Sin embargo, los problemas existen, como lo prueba el programa de apoyo confidencial entre los empleados de la Patrulla Fronteriza, diseñado para ayudarlos cuando se enfrentan a eventos anormales que son característicos de su carrera en el ámbito de aplicación de la ley.
Entre los problemas que la agencia busca resolver se cuentan no solo la prevención sobre suicidio sino también la fármaco-dependencia y relaciones interfamiliares e interpersonales.
Pero no todos los retos a los que se enfrentan oficiales de la Patrulla Fronteriza están relacionados con incidentes críticos o situaciones traumáticas relacionadas con su trabajo.
Debido al incremento de recursos por parte del Departamento de Seguridad Nacional, se ha duplicado el personal asignado a la frontera en relación con cifras del 2004 y la crisis económica ha contribuido a reducir el número de inmigrantes que intentan cruzar la frontera.
Esto significa que el aumento en el número de agentes ha reducido la tasa de incidentes a los que cada uno de ellos se enfrenta, haciendo más monótonas sus jornadas de patrullaje, que usualmente se extienden por cerca de 12 horas.