MADRID. La seguridad en el trabajo ha pasado a ser la principal preocupación de los trabajadores en España, en un 45% de los casos por delante del nivel salarial. Aún así, la remuneración sigue siendo la primera preocupación para el 39% de los empleados. Estos datos se desprenden del "Barómetro 2010 de Clima laboral motivación y bienestar en el trabajo”, elaborado conjuntamente por Edenred y la Escuela de Negocios de IESE sobre una muestra de 1.200 trabajadores pertenecientes a distintos sectores de actividad y con diferentes grados de responsabilidad, tanto del sector público como privado de España.
Los trabajadores encuestados tienen una media de edad de 38 años y llevan en torno a 9 años trabajados en su puesto actual. La encuesta también ha sido realizada a 4.000 empleados en Francia y se han obtenido datos comparativos que permiten establecer una radiografía sobre el entorno de trabajo de los empleados en ambos países, sus necesidades, prioridades y principales preocupaciones tanto dentro como fuera del trabajo.
Según el estudio, que se realiza desde el 2005, el 61% de los empleados en España se muestran bastante satisfechos con su puesto de trabajo, aunque el índice de satisfacción ha bajado dos puntos desde el 2008. Sin embargo, sólo un 47% de los empleados españoles se encuentra satisfecho con el reconocimiento que recibe por parte de su organización, dos puntos más que en el estudio anterior. Los cargos ejecutivos son los que se sienten más reconocidos, en un 53% de los casos. Los empleados madrileños son los que menos satisfechos están con su trabajo, un 56%, mientras que, con un 66%, los valencianos son los que declaran tener un mayor índice de satisfacción. En Cataluña, el índice de satisfacción se sitúa en un 62%. La motivación de los empleados españoles, del 67%, es superior a la de los empleados franceses, del 60%, excepto en relación al horario laboral. Los que declaran haber perdido la motivación desde el último barómetro publicado en el 2008, lo atribuyen principalmente al salario, seguido por el mal ambiente laboral, la crisis o la mala situación financiera de la empresa, entre otras causas.
Por Comunidades, en Cataluña es donde la motivación permanece más alta, un 74%, y en Madrid donde más ha disminuido. Sólo un 60% de los madrileños declara que su motivación permanece mientras que el 40% afirma que ha disminuido.
Alta implicación de los españoles con su trabajo y aumento de la lealtad La gran mayoría de los trabajadores españoles, un 90%, se sienten muy o bastante implicados con su trabajo, a pesar de que la implicación ha caído un 8% desde el 2008, especialmente en el caso de los ejecutivos (-11%). Los españoles se sienten más implicados en su trabajo que los franceses, tanto en el sector público, un 6% más, como en el sector privado, un 10% más.
Un 36,9 % de los empleados están muy implicados con su trabajo. En el 22,8% de los casos con un nivel de felicidad y motivación muy alta, su motivación sigue creciendo. Se observa que los trabajadores con un nivel alto de motivación y felicidad, un 53,2%, están bastante o muy implicados con su empresa.
El 74% se confiesa satisfecho con su vida laboral y un 71% reconoce que pensar en lo que ha realizado en su vida profesional le produce satisfacción. Los que más satisfechos son los ejecutivos y los funcionarios.
Un 67% declara que los esfuerzos que han hecho en este campo han valido la pena y están orgullosos de ellos. Sin embargo, sólo un 52% de ellos cree que se ha realizado tanto como esperaba. Los ejecutivos y los funcionarios son los que se sienten más realizados (62%), frente al sector privado (49%).
Los trabajos menos valorados son los más rutinarios y los que no requieren tomar decisiones grandes o hacer frente a desafíos. Los aspectos que más valoran los empleado son la ayuda en el trabajo (85%) y la utilidad de su trabajo hacia otras personas (84%).
Con relación al Barómetro del 2008, se observa un aumento de un + 5% de personas fieles a su empresa. Desde el 2005, la fidelidad ha aumentado un total de un + 13%. En España, los trabajadores que no se plantean dejar su organización se sitúa en el 64%, un índice de fidelidad mucho más elevado que en nuestro país vecino donde el índice es del 56%. El sector público es el más leal con su trabajo. En efecto, los funcionarios españoles declaran, en un 79% de los casos, que no se plantean dejar su empresa.
Madrid es la Comunidad donde existe una menor lealtad hacia la empresa, ya que un 40% admite querer dejar su empresa, aunque sólo un 6% está buscando activamente otro empleo. Con un 68%, Cataluña y Andalucía son las Comunidades con una mayor lealtad.
El 65% de los trabajadores recomendarían su empresa como lugar idóneo para trabajar a sus familiares y amigos. En este aspecto, también el sector público destaca por el alto índice de recomendación de su organización, con un 79%, mientras que el porcentaje de recomendación en la empresa privada es sólo del 59%.
La gestión de los superiores jerárquicos a prueba
Los trabajadores dan a sus jefes un aprobado en una escala del 1 al 10, la media es un 5,5, algo que no varía de la empresa pública a la privada. En España, el 74% de los jefes son hombres y un 72% tienen hijos. En general, los empleados españoles consideran a sus jefes empáticos pero creen que deberían ser más eficaces. De todos los aspectos valorados, la peor calificación es la que se refiere a la eficacia con la que organizan el trabajo del equipo y, en cambio, la mejor valoración se la llevan a la hora de saber qué tarea realizan sus empleados y la confianza que depositan en ellos. En relación a la confianza que generan las decisiones adoptadas por la dirección general de la empresa, sólo un 55% confía en ellas, siendo el sector público el que menos confía.
A destacar que un 84% de los trabajadores se siente capacitado para gestionar los objetivos que le asignan, mientras que el lado negativo es que un 45% lamenta que a la hora de tomar una decisión su punto de vista no es tomado en cuenta. Existe un optimismo generalizado de los empleados respecto al futuro de su empresa, (62%), aunque cuando se refiere a su propio futuro dentro de la empresa, este porcentaje disminuye al 58%, siendo los más optimistas los trabajadores del sector público en un 65% de los casos frente a un 56 % de los trabajadores del sector privado.
Los valencianos son los que registran un mayor optimismo hacia su empresa y hacia su futuro dentro de su empresa. Los menos optimistas respecto al futuro de su empresa son los andaluces (59%) y los madrileños (60%). Los madrileños son los más pesimistas respecto a su futuro dentro de la empresa (51% de optimismo).
Cataluña registra un 63% de optimismo sobre el futuro de su empresa y del 60% respecto a su propio futuro dentro de la empresa. La calidad de vida y conciliación. Los funcionarios, los más felices.
A grandes rasgos los trabajadores españoles consideran que su calidad de vida en el trabajo es buena. Según el estudio, los aspectos mejor valorados son el nivel de autonomía, el ambiente de trabajo y el respeto en el trato. Los aspectos peor valorados están relacionados con nuestras posibilidades de desarrollo profesional, entre ellas la promoción, la formación y el reconocimiento del desempeño.
La nota media es de un 6,5 en España, superior a la de Francia que es de un 6,1. Es el sector público quién puntúa más alto, con un 6,9 frente a un 6,3 del sector privado. Los jóvenes entre 18 y 24 años son los que valoran mejor la calidad de vida en el trabajo, con un 6,8.
Respecto a Francia, los españoles se muestran más satisfechos con las prestaciones que les ofrece su empresa, aunque en ambos casos la puntuación es baja, un 56% frente a un 41%.
El equilibrio entre la vida profesional y la vida personal ha mejorado 2 puntos porcentuales desde el 2008, situándose en un 66%. En Francia, el índice de satisfacción es un poco inferior, en un 64%. En España, los más satisfechos en este aspecto son los empleados del sector público (74%) frente a los del sector privado (64%). Los ejecutivos españoles encuentran más difícil conciliar vida personal y profesional que el resto de profesionales.
En cambio en Francia están más contentos con su horario que en España (64% vs. 73%). En España, los empleados más satisfechos con su horario laboral son los del sector público (77%) frente a un 61% de satisfacción de los empleados del sector privado.
Los españoles están más satisfechos con el respeto con el que les tratan en el trabajo (71% de satisfacción frente a 54%). Se consideran más autónomos en su trabajo los franceses, en un 81% frente a un 72% los españoles. Los españoles están más satisfechos con el ambiente de trabajo (71%) que los franceses (67%).
Madrid es la Comunidad que peor califica la calidad de vida en el trabajo (6,4) y en la que un menor porcentaje de trabajadores le otorga una puntuación alta entre el 8 y el 10 (33%). En Cataluña, la calificación es de un 6,6, coincidiendo con la nota media de España. En relación al estrés laboral, los trabajadores consideran, en un 59% de los casos, insuficiente la preocupación que demuestra su empresa en este aspecto. Tampoco aprueban el grado de atención hacia sus vidas personales (52%).
Las principales preocupaciones: la seguridad y el salario
El Barómetro del 2010 pone de manifiesto que, a diferencia del estudio del 2008, actualmente la primera preocupación de los españoles en el trabajo es la seguridad por conservar su puesto de trabajo, en un 45% de los casos, seguida por el nivel de salario, en un 41%. La falta de tiempo es mencionada en tercer lugar. La preocupación por la seguridad es prioritaria entre los 30 y los 55 años, mientras que los jóvenes de entre 18 y 29 sitúan como principal preocupación el sueldo.
Fuera de la empresa en cambio, la principal preocupación es la falta de dinero (26%), seguida por la falta de tiempo y los problemas domésticos (ambos con un 17%), y por el problema en el cuidado de los hijos (14%). Unos hándicaps que apenas han variado desde el 2007. En este sentido, casi un 60% de los encuestados no está satisfecho con su poder adquisitivo y de media calculan que para ir bien deberían ganar unos 1314 euros más al mes. El 79% declara trabajar porque necesita el dinero, y un 56% dejaría de trabajar si tuviese suficiente dinero para hacerlo.
Los catalanes, invierten el orden de sus preocupaciones. La falta de tiempo, con un 45% es su primera preocupación, seguida en un 39% por la falta de dinero. En cambio los madrileños consideran su principal preocupación la falta de dinero, en un 49% de los casos, y en un 40% la falta de tiempo.
En este sentido, 63% de los españoles reconoce que no está satisfecho con su remuneración. Destacar que en los últimos años la percepción de los ejecutivos en este punto ha protagonizado un descenso muy acusado en el grado de satisfacción (del 60% al 45%), aunque todavía superan el grado de satisfacción de los funcionarios que se sitúa en el 38%.
Una evolución parecida en lo que respecta a la satisfacción respecto a las prestaciones. La satisfacción de los ejecutivos ha bajado del 76% al 61% y ha sido superada por los trabajadores públicos que se muestran satisfechos en un 66% de los casos, más que en el 2008 (59%).
Motivación y expectativas de los trabajadores españoles
El 51% de los españoles reconocen que su principal motivación es el dinero, seguido de la carrera (39%) y la vocación (11%). Los ejecutivos invierten esta tendencia y dan más importancia a la carrera en un 46% de los casos, seguida por el dinero (42%) y la vocación (13%).
Las expectativas de los empleados siguen priorizando la formación, en un 45% de las respuestas, también a nivel de todas las Comunidades Autónomas. Sin embargo, un alto porcentaje también espera que su empresa actúe en ámbitos como la guardería infantil-apoyo escolar (51%), la ayuda para la comida del mediodía (54%) o la asistencia a familiares dependientes (52%). Los valencianos son los que en una mayor proporción esperan que su empresa les ayude con la comida (68%) y la guardería (61%), seguidos por los madrileños (63% y 57%) y los catalanes (62% y 49%). Los madrileños son los que consideran estas ayudas más prioritarias (29% en ambos casos).
Actualmente, el beneficio social que más ofrecen las empresas españolas a sus trabajadores es el seguro médico, en un 38% de los casos (48% en el sector público), seguido de las ayudas al transporte, con un 16%, y del ticket restaurante, con un 15%. Los trabajadores que actualmente no gozan de beneficios sociales admiten que les gustaría tenerlos. Un 80% reconocen que los considerarían como un plus interesante, un porcentaje que ha aumentado desde el año 2008 en que se situaba en un 71%.